Viernes 03 de mayo | Mar del Plata
26/11/2015

“La música fluye, si la traes en la sangre en un momento explota”

Los hermanos Pablo y Marino Coliqueo formaron Che Joven hace 19 años, un proyecto musical que nació del folclore y hoy mutó en fusión con diferentes estilos nutridos por su herencia mapuche.

“La música fluye, si la traes en la sangre en un momento explota”
(Foto: prensa Che Joven)

Che Joven es un dúo conformado por los hermanos Pablo y Marino Coliqueo. Nació allá por 1996, principalmente del palo del folclore y, por su herencia Mapuche, con música de pueblos originarios. Con el tiempo mutaron, fusionaros estilos, rompieron moldes y crearon nuevos sonidos. Los críticos enmarcan a Che Joven dentro del género world music, que sería algo así como canción popular, mezcla de folclore, rock, murgas y todo lo que se le pueda poner. “La música es música y punto“, dicen ellos en la previa a su show de esta noche, a las 21 en Abbey Road -Juan B. Justo 620- en lo que será la presentación de  Nuestro Mensaje, su último disco de estudio.

Pablo no recuerda cuándo empezó a tocar la guitarra. Dice que tiene que haber sido antes de haber tomado conciencia de quién era. Pero no se acuerda. Tampoco se acuerda cuándo empezó a hablar y a caminar. La música viene con él, desde siempre, desde antes de nacer, de su familia, de su herencia Mapuche. “La música fluye, si vos la traes en la sangre en algún momento explota“, dice Pablo.

Si bien Che Joven empezó como folclore, Pablo cuenta que están usando las nuevas tecnologías para incorporar a su música. “Me gustan las violas eléctricas distorsionadas, me gusta la batería, me gustan los instrumentos originarios y autóctonos. Y me gusta investigar. Con lo que me suena bien en el alma y oído le doy para delante, no me limito”.

“La gente entiende por el oído una cosa y muchas veces espiritualmente entiende todo lo demás. Así que nada, la gente quiere ser feliz y nosotros somos artífeces fundamentales para que en ese momentito en el que nosotros le compartimos parte de lo que nos gusta que sea feliz, aunque sea en ese rato“, explica el músico de Che Joven, sobre lo que es para él la música.

-¿Cómo fue arrancar hace casi 20 años, se imaginaban llegar a este punto?

-Nunca nos pusimos un techo. La base ya estaba. La característica fundamental de Che Joven es que somos inquietos. En Santiago del Estero hay un fruto llamado la flor de tuna, que tiene espinitas chiquitas que le dicen jana. Nosotros éramos eso, como esa espinita chiquita, pinchando siempre todo.

-¿La clave es estar siempre pinchando?

-Estamos viajando siempre y tocando. Hay lugares en que el idioma es distinto e incluso reciben la música 100 veces mejor. La energía misma es lo que llega. Si todos los músicos pudiésemos despojarnos de la palabrería y sintiéramos la música al 100% nos daríamos cuenta que la música no necsita la palabra, la palabra es un complemento. La música transmite por sí sola.

El año que viene Che Joven irá a Chile a grabar un nuevo disco. La producción estará a cargo de Illapu, referentes de la música popular del país trasandino. “Esto es andar, la música es andar“, concluye PAblo.

HERENCIA MAPUCHE

-Como descendiente de Mapuches ¿cómo ves este momento histórico?

-Creo que en estos últimos 12 años de democracia los pueblos originarios hemos tenido la posibilidad de hacernos más visibles. De poder contar nuestras hitorias. No obstante no hemos tenido el oído prestado por la gente que manejó los hilos del país. Se ha hecho más visible porque nosotros como pueblos nativos no somos negados de la tecnología. Hay notorias diferencias de acuerdo a la idiosincrasia y cosmovisión de cada pueblo, el pueblo mío, Mapuche, es un pueblo que avanza y no ha retrocedido ni un milímetro desde la conquista del desierto a hoy. Seguimos peleando por el espacio territorial, intentamos mantener la lengua, nuestras costumbres, nuestras prerrogaivas y encuentros comunales. Otros pueblos, como los norteños o mesopotámicos, tienen una cosmovisión más tranquila, entonces el avasallamiento de las topadoras los han ido arrinconando y no hay tenido el grito que sí tuvo el pueblo Mapuche.

-¿Se reunen entre los pueblos para elevar los reclamos?

-Permanentemente hay encuentros de pueblos nativos y se pelea por los derechos que son iguales para todos. Acá hay una constitución que reconoce la preexistencia de los pueblos nativos. Y los forjadoress de la patria, como San Martín, también los reconocen. Miro para el costado y veo todo lo que ha pasado en estos años. Me imagino en el 2005 en la Cumbre de los Pueblos, en el Mundialista cantando y tocando ahí. Con Hugo Chávez, con Evo Morales que no era presidente.

-¿Cómo fue ver a un hijo de un pueblo originario llegar a la presidencia de un país?

-Increíble eso, fue un momento donde los pueblo estábamos ahí. Fue un antes y un después. Aquí faltó apertura, sigue faltando apertura. Seguimos con quejas porque hay muchos capitales extranjeros que compran tierras al Estado y dentro de las tierras hay comunidades viviendo ahí. Es insoportable eso. Es una violencia muy fuerte.

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26/11/2015