Los Cuatro Evangelios: sicarios a la espera del llamado de Jesús
La obra protagonizada por Jorge Cortese, Fabio Herrera, Nicolas Pecollo y Leo Rizzi se presenta los sábados de enero y febrero en la Bodega del Teatro Auditorium. “La obra tiene una tensión bien de Tarantino, con actuaciones muy de cine”, cuenta Leo.
Hay momentos de tensión en el cine que son insoportables. Que se siente en aire que todo está por estallar. Pero no estalla y los personajes charlan de cosas sin importancia, y las miradas y los gestos dicen mucho más. Esas escenas con una marca registradas en las películas de Tarantino y en esas películas, siempre, después de la tensión viene la sangre, un montón de sangre.
Los Cuatro Evangelios es una obra que podría ser de Tarantino, pero fue escrita por Alberto Rodríguez. Cuatro sicarios que utilizan nombres de evangelios -Lucas, Marcos, Mateo y Juan- esperan el llamado del jefe, de Jesús. En la espera una partida de truco, chicanas, alianzas, traiciones y la sensación de que en cualquier momento todo se resuelve a los tiros. Como con Tarantino.
Los Cuatro Evangelios es dirigida por Paola Belfiore y protagonizada por Jorge Cortese, Fabio Herrera, Nicolas Pecollo y Leo Rizzi. Se presenta todos los sábados de enero y febrero a las 22 en la Bodega del Teatro Auditorium -Bv. Marítimo 2280-.
La obra nace de las ganas que tenían los cuatro actores de trabajar juntos. Leo Rizzi encontró el texto de Los Cuatro Evangelios perdido en un libro y el resto se dio de manera natural, con esas ganas como motor y la idea de llevar a la escena una obra poco realizada, con el objetivo de homenajear al género policial, tan poco poco transitado en el teatro local.
“Los Cuatro Evangelios es un texto que siempre me gustó, tiene cierta diversión y cosa masculina muy atractiva“, cuenta Leo y confiesa que al principio habían empezado a preparar la obra los cuatro actores solos, pero después sintieron la necesidad de que alguien de afuera mirara y limpiara las escenas. “Nos parecía que la mirada de una mujer estaba buena. Paola es muy libre, mezcla muchas cosas y una mujer podía aportar otra mirada”, dice.
-¿Cuál te pareció la principal dificultad a la hora de preparar la obra?
-Creo que tiene que ver con esto de cómo generar la tensión. Cómo no irnos a golpearnos. Cómo manejar ese punto tan grande, con tantas miradas. Durante mucho de la obra nuestros personajes hacen una partida de truco y tiene que ver con que se están midiendo. Entonces ¿cómo generar la tensión, las miradas, la complicidad?. Cantar truco, doblar la apuesta. Generar eso fue lo más complejo.
-Esa tensión de Tarantino…
-La obra tiene ese toque de Tarantino, hablan de cosas nimias, sabiendo que por abajo hay otras cosas. Y eso es bien Tarantino, con momentos muy divertidos que se cortan de golpe. Ese es el tono. Pao nos pedía actuación muy de cine. Nada muy gesticulado o intrincado como es el teatro. Nos pedía cosas más naturales.
-¿Cómo es Lucas, tu personaje?
-Yo trabajo mucho la comedia, y lo que me gustó fue trabajar otro registro bien distinto. Habla poco, casi sin gestos y eso me gustaba. Limpiar todo eso que uno hace y permitirme ese lugar, crecer desde otro registro.
-Mucho se habló en los últimos días de los Estrella de Mar, con obras que decidieron retirarse como protesta por la situación de las políticas culturales en Mar del Plata. ¿Ustedes se bajan o siguen?
-Nosotros no nos bajamos. Lo charlamos y coincidimos con el vaciamiento de cultura, el reclamo nos parece justo y nos sentimos comprometidos. Pero nos parece que la forma no es la mejor, había que consensuar algunas cosas más y si uno se invisibiliza se pierde un lugar de reclamo. Aunque no estoy de acuerdo apoyo a todos los compañeros que se bajaron. Igual, para el premio falta. Es una fantasía en este momento.
