[VIDEO] El marplatense récord del 2014
El nadador Facundo Miguelena dialogó con QUÉ sobre su gran año y los desafíos que tiene por delante. Una entrevista para conocer a fondo al joven que hizo historia a nivel nacional y va por más. Y un video que muestra cómo es su entrenamiento diario.
|Por Germán Ronchi
Feriado puente. Todos, o casi todos, descansan. Hay un marplatense que no. La cita es en un balneario privado de Punta Mogotes, porque el Ente Municipal de Deportes y Recreación (Emder) no está abierto en esta época. Hasta allí se acercó QUÉ para conocer una práctica, tomar imágenes y conversar un rato con uno de los deportistas más destacados de la ciudad en el 2014 que se fue.
Es un muchacho más para la gran mayoría que lo cruza por la calle. Claro, la natación es amateur en nuestro país. El ingreso al balneario fue normal, sin inconvenientes. Hasta que en un momento, al buscar un sitio con sombra para apaciguar el sofocante calor de la mañana marplatense, aparece un hombre con gesto adusto y comienza el diálogo:
– ¿En qué carpa estás?, pregunta de mal modo.
– En ninguna. Hace rato estamos, somos de Qué Digital y estamos haciendo una entrevista con Facundo Miguelen…
– (Interrumpe) ¡Estás entrando a mi casa sin mi permiso! Él no es nadie y yo le presto mi piscina. Yo soy el dueño y el que te tiene que dejar entrar.
Ante la sorpresa, el hombre sigue con sus quehaceres y de vuelta a la piscina semiolimpica del complejo, retumba una frase: “Él no es nadie”. Y tal vez eso provocó un giro en la entrevista, porque ¿cómo que no es nadie? Es Facundo Miguelena, múltiple campeón argentino, integrante de la Selección Argentina. El nadador más importante que dio Mar del Plata en la actualidad y con un futuro enorme en el que seguramente continuará cosechando logros. Un “animal” del agua que sólo en el 2014 consiguió bajar ocho records argentinos en Primera, 100 metros pecho en menos de un minuto, tres medallas en individuales y relevos a nivel sudamericano, marca A para los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y premio Lobo de Mar ¿Y no es nadie?
Seguramente este señor, si logra leer estas líneas o bien Miguelena sigue rompiendo barreras y trasciende aún más, se golpeará el pecho y dirá: “Este pibe se entrenaba todos los días en mi balneario”.
Hoy, la realidad es esta. Quien le cedió a Facundo Miguelena (y al club Once Unidos) su piscina para entrenar todas las mañanas, desconoce por completo lo que ha logrado este nadador de 23 años ¿Qué queda para el resto entonces? Por eso se acercó QUÉ hasta él. Para dialogar sobre su mejor año deportivo, la falta de reconocimiento, presenciar un día de su entrenamiento y hacer público que Mar del Plata y el país tienen un verdadero campeón en natación.
MOMENTO DE CONOCERLO
La práctica terminó. Muy amablemente accede a la entrevista. Nunca pierde la sonrisa y espera las preguntas. De a poco se va soltando y termina siendo una conversación muy amena en la que cuenta sus inicios, sus objetivos y su notable año. Por ahí empieza. “Este 2014 fue el mejor año de mi carrera en cuanto a resultados individuales y la experiencia que gané junto a la Selección Argentina. También por haber batido todos los récords de nuestro país en el estilo pecho y haber logrado la marca A para los Juegos Panamericanos de Toronto”, comenta. Pero no se detiene, como en su creciente carrera, y agrega: “El sueño de cualquier deportista es estar en los Juegos Olímpicos, pero es paso a paso. Romper las marcas nacionales es uno grande. El gran objetivo es Río 2016, pero antes hay que pasar por Toronto y en ese torneo sería muy bueno meter la marca exigida para llegar a las Olimpíadas”.
– No estás muy lejos de esa marca, ¿verdad? (NdR: 1m 00s 57/100)
– Este año hice 1.01.40/100, que es el récord argentino en los 100 metros, o sea que estoy a apenas 80 centésimas de la marca A. Con la que logré, que es marca B, ya iría a los Juegos Olímpicos, pero soy muy ambicioso y quiero llegar a la exigida para ingresar en una buena posición.
– ¿En natación un Juego Olímpico es más importante que un Mundial?
– En lo personal considero que sí. La natación es un deporte muy profesional, pero lamentablemente en nuestro país lo mencionan como amateur porque no le dan interés. Los Juegos Olímpicos son lo máximo y todo lo que sea junto al Comité Olímpico Argentino es mucho mejor que ir a un Mundial. Además te abre las puertas a mejores becas.
– ¿Se siente esa falta de apoyo o difusión?
– Es algo muy raro lo que sucede con ese tema. Un Juego Olímpico es el torneo más importante, de mayor sponsoreo y más visto en todo el mundo. Más que un Mundial de fútbol. Y dentro de ese contexto, lo más visto de un Juego Olímpico es la natación y el atletismo, justamente los dos deportes menos queridos en el país. Tiene mucho que ver que en nuestro país se priorizan otros deportes y por consiguiente no televisan la natación y la gente no puede llegar a la información. En nuestro país hay grandes deportistas y muy talentosos de nivel sudamericano, panamericano y mundial.
– Entonces al ser considerado un deporte amateur en Argentina, tenés que salir vos mismo a vender tu trabajo.
– Siempre yo y eso es lo que más nos estresa. Entrenar en triple turno y además salir a buscar tus propios sponsors, poner la cara, es desgastante. Pero no queda otra que agarrar la carpeta, los videos para ir a mostrarse y conseguir auspiciantes. Actualmente tenemos el apoyo de la Secretaría de Deportes de la Nación, del Enard y se está tratando de conseguir una beca de proyección olímpica del Municipio, que Pulti nos dijo que saldrá en 2015.
LOS INICIOS
– ¿Por qué natación y no otro deporte?
– Creo que se nace con esa magia. Desde muy chico me gustaba el agua, nacer en Mar del Plata con el mar cerca también influyó. Mi viejo era guardavidas y yo iba todos los días a la playa con él, me gustaba el surf. Al jardín fui a Kimberley y me volqué a la pileta, a pesar de haber otros deportes. Poco a poco te vas apasionando y con el correr de los años vas participando en torneos, ganando trofeos, medallas y te incentiva para seguir. Después ves que televisan algunas competencias y aparece un José Meolans o Georgina Bardach y te ilusionás con estar en ese lugar. Para ello te vas proponiendo objetivos y cumpliéndolos.
– Regresaste hace poco a Mar del Plata…
– Me fui a Buenos Aires de muy chico. A los 18 años representé a River, después a GEBA y terminé en San Lorenzo en octubre hasta que me pasé a Once Unidos. Después de varios años dije “Basta, soy marplatense, quiero representar a mi ciudad”. Y volví. Lamentablemente acá no pagan, por eso estaba en Buenos Aires, pero resigné lo económico aunque me costará porque me dedico solo a esto, para estar en Mar del Plata, y por suerte tengo el apoyo de Gustavo Pulti y Horacio Taccone.
– ¿La pasaste mal?
– Sí, bastante. Sobre todo porque viví un tiempo en el Cenard, que es un lugar donde dormís, comés y entrenás, y estás encerrado ahí todo el tiempo. Además están siempre los dirigentes, gente con mala energía y me hizo mal. Por eso decidí también volver a mi casa.
LA PSICOLOGÍA COMO APOYO
– En un deporte en el que todo depende de uno mismo, ¿hace falta un apoyo psicológico?
– Es muy importante. Ahora estoy con el apoyo de Betiana Basualdo, exnadadora paralímpica, y le debo mucho. Es importante porque a la hora de competir estás sólo con el agua, y en los entrenamientos también porque son muchas horas y muchas veces no estás anímicamente bien, pero debés ir a entrenar porque es un deporte de alto rendimiento y tenés que estar al cien por ciento. Se necesita el apoyo psicológico en todo deporte de este nivel.
– ¿También lo es por la falta de reconocimiento social, por la falta de difusión, con lo cual en nuestro país no es proporcional a los logros? En tu caso por ejemplo, que has ganado todo este año, y no fuiste tan reconocido.
– Sí, y hay que tratarlo lo antes posible porque si pasa el tiempo, a la larga puede ser perjudicial. En un deporte profesional, que en Argentina se lo tome tan amateur, que no haya reconocimiento, te perjudica desde lo anímico. Pero hay que saber que es así, siempre supe que fue así y no va a cambiar. Yo compito por y para mí. Quizás el día de mañana lo reconozcan, o tal vez no y hay que estar preparado para ese momento. Por esto también considero que el deportista argentino es el más fuerte porque no tiene ni la mitad del apoyo que tienen atletas de Estados Unidos, Australia y Japón.
DÍA DE ENTRENAMIENTO
El muchacho fue presentado como deportista de gran nivel. Ahora muchos conocieron su historia, su pensamiento, sus logros y sus deseos. Pero detrás de ellos hay un eslabón fundamental: el esfuerzo diario.
Facundo Miguelena entrena todas las mañanas, de lunes a sábado, de 8.30 a 11 en el Emder. Se levanta a las 7 debido a un desayuno muy pesado (cinco huevos revueltos con cereales, leche y tostadas con mermelada). De 16 a 18, en Once Unidos, continúa ejercitándose, y finaliza de 19 a 20.30 en el gimnasio.
LA DESPEDIDA
Una vez apagado el grabador, Miguelena continúa la conversación. Cuenta que los domingos, siempre y cuando no haya una competencia en el horizonte cercano, aprovecha para meterse al mar y surfear, otra de sus pasiones. Afloran otros temas, cuestiones personales que no vienen al caso, propias tal vez de la comodidad y la confianza generada.
Antes de irse se lamenta un olvido. Paradójicamente, aunque sin conocer el diálogo con el dueño del balneario (lo cual resulta incomprobable que realmente lo sea), Facundo pide que se mencione un agradecimiento al “balneario 9, en las instalaciones de El Carmen, que se están portando de maravillas”.
