Destino: quiero ser mamá
El “gran sueño” de Gabriela es tener un hijo . Ya pensó en nombres y se puso los 30 como límite. Quiere que el milagro se de con una pareja estable y metas personales cumplidas, pero sabe que la ilusión está en manos del destino.
Desde que era adolescente su gran sueño es formar una familia y tener hijos. Hace tiempo se puso los 30 como fecha límite para convertirse en madre. Hoy tiene 28, remarca que para lograrlo tiene que estar primero en una relación estable y lograr varias metas personales, pero también es consciente de lo imprevisible y admite que “si viene, viene”. Entre lo que puede planificarse y lo repentito, Gabriela habla de ella como futura madre y admite: “Yo lo dejo en el destino”.
Tiene el presentimiento de que será “una madre cuida”. Dice que no le gustaría tener un hijo solo “para que no sean malcriado”, pero tampoco más de dos, “porque así los podes controlar”. “Es mi gran sueño en esta vida”, confiesa.
Iris o Victoria; Conor o Bruno. “Ya tengo elegidos los nombres”. Gabriela Solís Schulz lo tiene todo pensado. En realidad, confiesa que ya sacó “todas las conclusiones posibles”. Incluso contempló la posibilidad de tener un hijo sola, pero aclara que “preferiría que se crie en un buen entorno familiar”.
Cuanto más pasan los años más ansias de ser madre tiene. Es que desde que era adolescente pensó en tener un hijo antes de los 30. Cuenta riéndose que a veces le agarran “abruptos de ¡quiero, quiero, quiero!”, pero luego baja a la realidad y una vez más lo deja en manos del destino.
Gabriela reconoce que cuando ve a un bebé se le llena la voz te ternura, pero prioriza tener cuidado en el contacto sin abalanzarse sobre el niño. Afirma mientras vuelve a reírse que le sale “la madre de adentro” y que no deja de pensar en resguardar la vida de aquel bebé.
Por lo pronto, no tiene miedo. Ni al parto ni a criar un hijo. Repite: “Es mi gran sueño”. Sabe que será ella quien le pondrá “los límites” a su futuro bebé, aunque igualmente no intentará evitar que otros lo malcríen.
Gabriela dice con orgullo que espera que la maternidad marque pronto una nueva etapa en su vida. Del tiempo y el destino dependerá que la ilusión más profunda de Gabriela se vuelva realidad para dejar atrás la fantasía.
