Sábado 18 de mayo | Mar del Plata
18/10/2014

El sueño de toda su vida

Ana Belén Ábrego tuvo a su primer hijo hace un año y un mes. Aspira a tener cinco. Mientras tanto disfruta de las sonrisas de día a día.

El sueño de toda su vida
(Foto: Lucho Gargiulo)

Siempre quiso ser madre. Siempre le decían que iba a tener muchos hijos. Pensó en ser maestra para tener más herramientas para cuando llegara el momento: cómo contener, enseñar, estimular. A un año y un mes del nacimiento de su primer hijo dice que, en definitiva, ser madre pasa por un lado completamente distinto, porque es único, porque cambia todos los esquemas.

Ana Belén Ábrego tiene 30 años. Su familia ideal estaría conformada por cinco hijos. Su vida ya cambió por completo hace un año y un mes, cuando llegó Pedro.

Hay un momento chiquito e inmenso que para Ana se trasforma en uno de los mejores de los últimos trece meses: la risa de Pedro. “Yo me río mucho con él. Cuando yo me tiento y él se tienta es un momento único, el mejor. Estamos nosotros dos solos. Se vuelve cómplice de lo que está pasando”.

Los consejos y advertencias que recibió como toda madre primeriza se fueron confirmando o derribando con el paso de los meses, como cuando le decían que ya no iba a dormir bien, que no iba a poder mirar una película o que ya no iba poder salir. Ana cuenta que Pedro se amoldó a su vida y a la de su papá, como parte de una adaptación familiar.

Hace ocho años que Ana es maestra de chicos de primer y segundo grado. Aquello de que quería ser docente porque de alguna manera se unía con su deseo de ser madre hoy ya no lo cree tan así. “La docencia y la maternidad pasan por lados completamente distintos”, dice ahora aunque destaca que hay ciertos puntos que se comparten. “El ‘no’ tiene que ser terminante con un alumno, con Pedro o con cualquiera”.

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18/10/2014