60 años de maternidad
Ella es Aida Carmen Noell, pero todos la conocen como Chocho. A sus 89 años, con cuatro hijos, 14 nietos y 7 bisnietos, disfruta de todos sus roles y asegura que, todavía, vive preocupada por sus hijos.
Pasaron más de sesenta años desde el día en que se convirtió en madre. Crió a 4 hijos, dos mujeres y dos varones, y hoy tiene 14 nietos y nietas, y 7 bisnietos y bisnietas. Con sus 89 años a cuestas, conoció todos los roles: desde la maternidad hasta el abuelazgo, con toda una vida en el medio.
Se llama Aida Carmen Noell, pero todos le dicen Chocho. Y algunos, también, Chochosan. Sentada en el comedor de su casa, en la que vive sola desde hace más de veinte años, rememora sus primeras experiencias como madre. “Te imaginarás que no me acuerdo demasiado”, comienza diciendo, entre risas. Sin embargo, hay algo que rescata y repite durante la charla: “Hoy, a mis 89 años, sigo viviendo preocupada por mis hijos, todos los días”.
Dice que con el correr de los años, la llegada del Día de la Madre fue cambiando. Y como no creerle, si con el transcurso de las décadas, su familia fue creciendo y se fue ampliando. Hoy disfruta de sus nietos y bisnietos, pero también, aprende y comparte, día a día, de la relación con sus hijos.
Los domingos, almuerza en la casa de su hijo mayor, y eso ya es tradición. En la semana, visita a su hija prácticamente todos los días. Comparte unos mates, le hace la comida. Es que, aunque el tiempo pasó y los chicos hace tiempo se convirtieron en adultos, el rol de madre nunca se pierde. Y eso es algo que Chocho transmite.
Sus otros dos hijos no están en la ciudad, pero eso tampoco es tan grave. Es que, con sus casi 90 años, Chocho es una asidua usuaria de Internet. Tiene su notebook y su propio Facebook y correo electrónico. Ni hablar del celular, que lo maneja más que bien. Le gusta mucho mirar películas y, gracias a la llegada de la tecnología, descubrió las series online. Su favorita, desde siempre, es Seinfeld.
La casa de Chocho está llena de portarretratos con fotos de sus hijos, nietos y bisnietos. Y las imágenes dan cuenta de una historia, llena de crecimientos y, también de nacimientos. Y eso, a fin de cuentas, es el resumen de la vida, plasmada en la imagen de una madre que, sesenta años después, no cambiaría por nada del mundo su rol, con todos los nuevos desafíos que todavía quedan.
