Sábado 18 de mayo | Mar del Plata
18/10/2014

Esperando el milagro

Jimena va por el quinto mes de su primer embarazo. Pedro o Emma llegará en febrero para marcar un nuevo punto de comienzo en su vida.

Esperando el milagro
(Foto: Lucho Gargiulo)

En febrero del 2015 Jimena tendrá a su primer hijo. Pedro o Emma -así lo llamarán- será la persona que le cambiará por completo su vida y la de Ezequiel.

Hoy tiene 31 años y dice que siempre se imaginó como madre, y que de alguna manera se cansó de esperar “el momento perfecto” para buscar un bebé. Lo soñó, su salud por poco se lo impide, lo logró, hoy se ríe de sus propios miedos y admite casi con orgullo que va al baño a hacer pis cada media hora.

En su casa hay “ese” olor a hogar. Tiene la pava lista para hacer mates. Esa pancita de cinco meses que se asoma detrás de la mesa del living no cambió su costumbre de cebar. En la vieja redacción del diario El Atlántico, donde el fondo de pantalla de su computadora mostraba una foto con mirada de madre junto a su único sobrino, la periodista Jimena Rodríguez tenía la costumbre de preparar el mate cuando de algo importante había que charlar.

“Siempre me imaginé siendo madre, nunca sin hijos a futuro”, cuenta y reconoce que no le tiene ningún miedo al parto. Por eso quiere que sea natural. En realidad, confiesa: “Le tuve fobia toda la vida, pero ahora no le tengo miedo y quiero ir a parto natural… es que te cambia la cabeza, no es consciente y hoy veo que me encantaría poder vivir esa experiencia”.

Pese a que reconoce estar más sensible, su humor no cambió. Jimena se toma de la mejor manera los cambios que le generó el embarazo y se ríe de tener que usar lo que ella llama “pantalones de maternidad” y de preguntar por un baño a cada rato, pero también admite: “Siempre me gustó mucho estar sola en casa y ahora me pasa que me veo esperando un montón a que Ezequiel (su esposo) vuelva de trabajo como un perrito que mira por la ventana. Te sentís más sola y querés que la gente te diga cosas lindas…”.

En el medio de este proceso hay una gran incógnita. Todavía el bebé no mostró su sexo: “Pasé por distintas etapas. Primero creí que era una nena, después cría que era un varón y ahora estoy indecisa”. Igualmente espera saberlo pronto. Aunque según cuenta son los futuros abuelos los que “están más ansiosos que nosotros”:

Mientras tanto, ya se vio junto a Ezequiel largas noches buscando nombres en páginas de internet con sus significados. Pedro -gracias a que les sonó bien el nombre del verdulero del barrio- y Emma (que en germano significa “la que es fuerte”), fueron los que eligieron.

Por lo pronto, que sea sano es lo que cuenta. Pero que patea, patea. Jimena dice que eso le da tranquilidad y que el movimiento en su panza ya le permite saber que el bebé está bien.

Jimena sonríe y posa para la foto de QUÉ. Pasados los nervios de tener una cámara enfrente, baja los ojos y cubre su panza de cinco meses con la yema de sus dedos. Pronto Pedro o Emma llegará para revolucionar la rutina, cumplir su sueño de ser madre, hacer abuelos a sus padres y marcar un nuevo punto de comienzo en su vida.

 

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18/10/2014