Trece años de prisión para el joven que robó un auto, chocó y mató a un taxista
Lucas Daniel Pelegrino fue condenado por homicidio simple. El hecho se produjo el 15 de abril de 2018 en la zona de Buenos Aires y Falucho.
El joven que en abril del año pasado robó un auto, chocó contra un taxi en medio de una persecución y provocó la muerte del conductor fue condenado este viernes a la pena de 13 años de prisión por el Tribunal Oral en lo Criminal N°3 por los delitos de homicidio simple y hurto con escalamiento
Lucas Daniel Pelegrino se encuentra detenido desde la madrugada del 15 de abril de 2018 luego de que robara el auto y, alcoholizado y bajo los efectos de otras drogas, se estrellara cuando conducía a 100 km/h contra un taxi, lo cual provocó inmediatamente la muerte del conductor, Antonio Szapiel, de 68 años, en la zona de Buenos Aires y Falucho.
Tras el desarrollo del juicio realizado la semana pasada, este viernes los jueces Mariana Irianni, Fabián Riquert y Juan Manuel Sueyro dieron a conocer la sentencia por medio de la cual encontraron culpable al joven de los delitos de hurto con escalamiento y homicidio simple y así le impusieron la pena de 13 años de prisión.
En el juicio intervino la fiscal Andrea Gómez, que quedó a cargo de la causa luego de que se definiera el delito central motivo de acusación, el de homicidio simple con dolo eventual. Esa fue la figura por la que Gómez había pedido que se lo condenara a Pelegrino y de manera subsidiaria había plantado la de homicidio culposo, para el caso en que los jueces entendieran que esa era la correcta calificación a aplicar.
Por su parte, esta última calificación fue con la que insistió a lo largo del debate el defensor oficial de Pelegrino, Ricardo Mendoza, teniendo en cuenta que estipula una pena máxima de 6 años de prisión. Sin embargo, los jueces la descartaron por completo.
En la sentencia, el juez Sueyro reparó en la impresión que causa ver las imágenes del impacto a partir del grado de violencia que se evidencia teniendo en cuenta que el joven conducía a 110 km/h. “Pelegrino continuó su acción sin importante que nadie se interpusiera. Jamás tuvo intención de accionar el sistema de frenado y nunca pisó el pedal de freno”, fueron algunas de las definiciones del magistrado, al que adhirieron sus pares.
Asimismo, en cuanto a la calificación legal en discusión, el juez reparó en que la actitud tomada por Pelegrino aquella noche escapa al último debate legislativo dado en torno a la figura de los homicidios culposos y de dolo eventual para los casos de homicidio simple.
Luego de escuchar la sentencia, la fiscal Gómez -a la cual los familiares y allegados a la víctima le agradecieron su actuación- insistió en un concepto que había expresado en la previa del debate respecto a que conducir un auto de la forma y con todas las características en que lo hizo el acusado representa la misma acción que “empuñar un arma”.
EL HECHO
El hecho se produjo en la madrugada del domingo 15 de abril de 2018 cuando, de acuerdo a la investigación, Pelegrino manejaba un auto Toyota Corolla que había robado previamente del garaje de una casa ubicada en San Martín al 4400.
A partir de la revisión de las cámaras de seguridad, tanto las de algunos comercios del centro como las que dependen del Centro de Operaciones y Monitoreo, los investigadores supieron que tras robar el auto Pelegrino evitó un control policial transitando a contramano durante un corto trayecto en el que alcanzó a chocar a un taxi sin provocar heridos.
En ese marco, se inició una persecución tras las maniobras imprudentes que derivó en el violento impacto que minutos después de las 5 de la madrugada tuvo lugar en Buenos Aires y Falucho, donde Pelegrino estrelló el Toyota contra el lateral trasero derecho del taxi que manejaba Antonio Szapiel, que debido al choque salió despedido del vehículo y murió prácticamente al instante.
A pesar del fuerte siniestro, el conductor del vehículo robado siguió intentando darse a la fuga hasta que logró ser interceptado por la policía sobre la calle Falucho a la altura de Arenales.
