Inentendible
Editorial QUÉ, en la radio
Hay días como estos que simplemente no se entienden. No porque haya pasado algo especial, trágico o ridículo. Pero no se entiende, el día no se entiende. Se respira aire que no se entiende. Llueve una lluvia que no se entiende y sale un sol que no se entiende.
Días como estos simplemente no se entienden, la oposición critica algo que no se entiende y el oficialismo defiende algo que definitivamente no se entiende. No porque sea algo nuevo, que cambie el mundo, la sociedad, el paradigma, pero uno ve a los políticos y no entiende, dan un discurso y no entiende, sonríen por algo que no se entiende.
Sucede que uno despierta, de golpe, y parece que hubiesen pasado de 100 años y no entiende, no es que uno no entienda algo en particular, una escena o lo que dice el actor, no entiende la obra entera. No entiende el tema de los policías, de las escuelas públicas, de los barrios, del puerto, de Aldosivi en primera en un torneo de treinta equipos, el tema de los dinosaurios, los trenes en las plazas, las muertes por dos mangos. Uno de golpe no entiende nada, ve la foto completa y es totalmente abstracta.
Y uno no entiende el día, el mes, el año, la ciudad, el país, la vida y duerme tranquilo, casi que sonriendo. Tal vez entender esté sobrevalorado, tal vez no haya nada que entender o tal vez el día no era inentendible, pero sin dudas la vida era más fácil así.
