Domingo 19 de mayo | Mar del Plata
12/10/2015

Sobre el Encuentro

Editorial QUÉ, en la radio

 

Unas 65 mil mujeres vinieron a Mar del Plata por el Encuentro. Vinieron viejas, jóvenes, gordas, flacas, lindas, feas, villeras y chetas. Vinieron porque las están matando y nadie hace nada, porque no las dejan decidir sobre su cuerpo, porque les pagan menos en los laburos, porque las venden como carne, porque las prostituyen, porque la igualdad es más pancarta que realidad.

Fueron cuadras y cuadras de una marcha feminista que tuvo bailes, murgas y cantos. También pintadas en todo lugar que podía ser pintado, veredas, calles, locales y edificios. Insultos, gritos y algunas tetas.

Después, incidentes. Escrache en la Catedral, mensajes pro abortistas y enfrentamientos con la derecha. Ahí la figura de Pampillón, otra vez Pampillón. Gases, balas de goma, palo y golpes. Mujeres heridas, aprehendidas, insultadas.

¿Qué pasó? Quizá nadie sabe bien. La ciudad quedó escrachada después del Encuentro Nacional de Mujeres, la Iglesia quedó en jaque, la derecha otra vez se mostró, la policía reprimió.

Tal vez algunos dirán que las mujeres fueron muy radicales al expresar su lucha, muy violentas. Pero violenta también es la sociedad y radicales son los femicidios –dos el sábado-, la trata de mujeres, la prostitución, las muertes innecesarias.

La violencia no se justifica con violencia. La ciudad quedó pintada, sucia, escrachada, pero llena de mensajes de pelea, de lucha. Los grafitis se limpian, esperemos que las ideas queden.

Si todo se resume a los incidentes, el encuentro no habrá servido para nada.

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12/10/2015