Su vecina era golpeada, la defendió y mató al agresor: lo absolvieron
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 1 consideró que el hombre actuó “en legítima defensa propia y de terceros”. La mujer era sometida a constantes agresiones y abusos.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 1 resolvió por unanimidad absolver a Raúl Rodríguez, un hombre de 32 años que mató a otro (Claudio Paicil) en 2009 cuando acudió a la casa de su vecina a socorrerla, ya que estaba siendo golpeada y abusada por quien era su expareja frente a sus hijos de 4 y 5 años. Para los magistrados, el hombre actuó “en legítima defensa propia y de terceros” y por ese motivo decidieron convalidar lo que había sido solicitado por el fiscal Eduardo Amavet.
En su resolución, los magistrados Juan Facundo Gómez Urso, Aldo Daniel Carnevale y Eduardo Alemano tuvieron en cuenta el contexto de extrema violencia familiar y de género que primaba en la casa en la que ocurrió el homicidio, ubicada en Coronel Suárez bis al 3100, y el hecho de que Rodríguez acudió al lugar para socorrer a su moradora, Ayelén, quien había sido pareja de la víctima, pero se había separado hacía un año, a raíz de las constantes agresiones.
En ese sentido, según el relato de la mujer, Paicil era una persona “que bebía alcohol y que era violenta”, por lo que debió escapar varias veces de su lado e irse a lo de su madre. Según consta en la resolución, incluso una vez separados, “el hombre la acosaba constantemente, donde la encontraba la tomaba del cuello, la ahorcaba y luego la abrazaba, diciéndole que no gritara y que simulara que eran una pareja, para llevarla así hasta algún lugar donde la violaba”.
En cuanto al episodio que terminó con la muerte del hombre, Ayelén dijo que ese día “Paicil hizo lo de siempre, llegó a los gritos, pateó la puerta y entró” e intentó desvestirla para tener relaciones. Sin embargo, como ella no quería, la tomó del cuello y golpeó su cabeza contra una pared. Mientras tanto, los dos hijos mayores, de 5 y 4 años, golpeaban a su padre para que soltara a su madre, pero no podían hacer nada porque Paicil seguía agrediéndola violentamente; entonces la mujer les dijo que fueran a pedir ayuda a lo de Rodríguez.
Cuando Rodríguez arribó a la vivienda, Ayelén hizo todo su esfuerzo por quitarse de encima a Paicil, que estaba sacándole la ropa frente a sus hijos. Rodríguez le pidió a la víctima que se retirara y éste le dijo que no lo haría y gritó: “Este es tu macho, ahora te mato a vos, lo mato a él y después me mato yo”. Así fue como Paicil golpeó a Rodríguez y comenzó una pelea, en la que luego tomó un palo. En ese contexto, Rodríguez tomó un cuchillo para defenderse y cuando Paicil se abalanzó sobre él se produjo la puñalada en el cuello que resultaría mortal.
CONTEXTO DE EXTREMA VIOLENCIA
Para el TOC N° 1 es razonable la decisión adoptada por el fiscal Eduardo Amavet respecto a la absolución, dado que “las pruebas analizadas confluyen para dar por acreditados distintos aspectos de la legítima defensa, propia y de terceros”.
Así, tuvieron en cuenta distintos aspectos, como la agresión ilegítima por parte de Paicil respecto de la mujer y de Rodríguez; la fortaleza física de la víctima y la demostración clara de no desistir de los ataques iniciados; la amenaza concreta y expresa respecto de ambos; la utilización de un palo de dimensiones suficientes como para lesionar y causar la muerte; los antecedentes de graves agresiones físicas y psíquicas respecto a su expareja; y un accionar previo de Rodríguez incompatible con cualquier intención de dañar a Paicil, pues se dirigió caminando y desarmado, entre otras.
Con todos estos elementos, a los que se sumó “la situación trágica y dolorosa vivida por la familia”, los magistrados entendieron que no hay “ninguna duda de que la acción típica de homicidio ejecutada por Raúl Rodríguez lo fue en el contexto de una legítima defensa propia y de terceros”.
