Domingo 12 de mayo | Mar del Plata
11/09/2015

30 años en las aulas

SIlvia Babenco se jubiló hace cuatro años después de haberse desempeñado en escuelas primarias y secundarias de Mar del Plata y La Plata. Su experiencia da cuenta que un docente se transforma en alguien que da mucho más que clases.

30 años en las aulas
(Foto: QUÉ Digital)

– ¿Qué se necesita para ser docente?

– Vocación, vocación y vocación.

Silvia Babenco dio clases durante casi 30 años. Hace cuatro se jubiló y sus recuerdos no hacen más que confirmar aquello que la llevó a elegir la profesión el primer día: la vocación.

A lo largo de su carrera se desempeñó como maestra en diferentes escuelas primarias e hizo suplencias como preceptora en secundarias. Comenzó en La Plata y luego siguió en Mar del Plata. Formó parte de la educación pública y la privada. Y en todos los puestos encontró los mismos elementos: que un docente se transforma en alguien que da mucho más que clases, que contiene, que ayuda, que asiste.

“Los problemas de las familias se reflejan enseguida en el aula, y se traducen en problemas de conducta, de aprendizaje, emocionales. Entonces hay que cumplir un montón de roles. Siempre se dice que también somos un poco psicólogas, enfermeras, madres”, resume.

A cuatro años de haberse alejado de las aulas, y con la perspectiva de casi 30 años dentro de las escuelas, Silvia observa que “en este momento la situación está muy complicada”. Es que entiende que los problemas que se reflejan directamente en las aulas se volvieron más comunes. “La educación es un 50 y un 50 de relación familia – escuela”, sostiene. “El estímulo también tiene que venir del hogar, de la familia, el contener a los chicos, apoyarlos. Los chicos se sienten más apoyados cuando la familia los estimula. Y después rinden mejor en el aula pero si no hay apoyo, no hay conciencia y hay tanta apatía no funciona”, suma.

Por fuera de lo macro a nivel educativo, Silvia recuerda cómo muchas veces el equilibrio entre los hijos y la profesión se veía alterado por momentos supuestamente libres que era dedicados a la escuela: fines de semana de trabajo, de preparación, de actividades para explotar lo máximo posible las horas de clases.

Entonces, Silvia si tuviera que hacer una recomendación a futuros docentes dice que lo importante es la vocación: “Vocación, vocación y vocación. Después viene la responsabilidad del trabajo porque si no tenés responsabilidad, no hay docencia”.

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11/09/2015