Educar y formar obreros especializados
Pablo Lechner es docente desde hace 22 años y da clases en la Escuela Técnica Nº 3. Asegura que la suya sigue siendo una orientación vigente y destaca la importancia de trasmitir los conocimientos a los más jóvenes.
Pablo Lechner es docente desde hace 22 años. Dice y remarca que tiene una familiaridad directa con lo que eligió: la especialización técnica. Eso, justamente, porque se formó en una Escuela Técnica y hoy le trasmite sus conocimientos a los más jóvenes, del mismo modo en que alguien lo hizo con él años atrás.
Pablo es el coordinador de la especialidad Automotores de la Escuela Técnica Nº3, ubicada en 14 de Julio y Gascón. Al salir del secundario, Pablo hizo una carrera terciaria y luego cursó el Profesorado en el Instituto Superior de Formación Docente Nº 19. “Nosotros apuntamos, desde el rol docente, a formar obreros especializados, que es lo que hoy en día se necesita en la parte de industria, es un destacado para mejorar la industria”, explica.
En sus años de trabajo, ha vivido todas las etapas por las que pasó la educación técnica: el auge, la gran crisis del 2000, la reactivación a partir de 2006 y la lucha constante para mantener vigente una especialización que, a pesar de los altos y bajos, no deja de convocar a adolescentes, quienes eligen una formación especial para su salida al mundo laboral.
“Tratamos de formar técnicos con el mayor nivel de operatividad posible, tratamos de que se involucren distintos roles, pero no descuidamos las normas básicas de cualquier técnico, que tienen que ver con la seguridad”, sostiene Pablo y asegura que hoy en día atraviesan una etapa de contradicción. Es que, tienen las herramientas para educar, pero las condiciones edilicias no son las adecuadas.
“He vivido distintas épocas en la Escuela Técnica: en el ‘90, las escuelas eran nacionales, pero luego fueron transferidas a la Provincia y ese fue un cambio importante, pero para peor, porque decayó mucho la calidad”, recuerda el docente, que asegura que tras la “situación crítica del 2000”, la educación técnica no pudo recuperarse en su totalidad.
En ese sentido, Pablo considera fundamental que haya un norte, una idea de qué tipo de industria nacional se quiere” para poder formar a los jóvenes. Sin embargo, se lamenta, aquella crisis de 2000 dejó sus secuelas, en especial respecto a la cantidad de alumnos que eligen la Escuela Técnica. “Hubo un desaliento para los alumnos, que se volcaron a otras especialidades y la escuela perdió mucha matrícula; ahora se está avanzando en un proceso para atraer alumnos, pero la recuperación es lenta y falta mucho”, se sincera.
