Acoso callejero, una manifestación de la violencia sexista
El colectivo Mumalá realizó una campaña de sensibilización en la Plaza Mitre para abordar esta problemática “que sufre la mayoría de las mujeres y que se encubre detrás de los piropos”.
En el marco de la Semana Internacional contra el Acoso Callejero, el Movimiento de Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá) realizó una campaña de sensibilización en la Plaza Mitre con el fin de visibilizar “un tipo de violencia que sufren la mayoría de las mujeres de forma cotidiana, y que se encubre detrás de los denominados piropos”.
En ese sentido, Noelia Barbas, coordinadora regional del colectivo Mumalá, se refirió al acoso callejero y explicó cómo ha sido naturalizado por la sociedad. “Comenzamos a sentirlo desde muy corta edad y en mucho casos nos genera intimidación, hostigamiento y humillación, limitando así nuestro derecho a caminar libres y sin miedo por las calles”, sostuvo.
Por eso, según expuso, “los silbidos, bocinazos, miradas, opiniones sobre nuestros cuerpos, palabras con contenido sexual explícito y hasta un manoseo deben ser consideradas como una manifestación más de la violencia sexista y como un problema de seguridad ciudadana, el cual se debe abordar de manera urgente”.
En ese contexto, durante la actividad también se difundió el proyecto de ley presentado el año pasado por la diputada Victoria Donda, que prevé la prevención y sanción del acoso sexual en los espacios públicos. El proyecto pretende que se implementen desde el Estado políticas de concientización y también una multa económica de $100 a $7000 para quien ejerza acoso sexual callejero contra una mujer en la vía pública.
“Es necesario que avancemos en la construcción de una cultura no sexista, con equidad entre los géneros y en donde se cuestione socialmente al varón que en la vía publica realiza comentarios sobre la apariencia de las mujeres y no se culpabilice a las mujeres por su actitud o vestimenta, ya que nada justifica el acoso callejero”, enfatizaron desde Mumalá, en el marco de lo que consideraron es primordial “para la prevención, sanción y erradicación de todo tipo de violencia contra las mujeres.”
