Apolo Fish: tras ocho días, las mujeres lograron un acuerdo y cuestionaron al SOIP
Después de ocho días de acampe se cerró un acuerdo indemnizatorio con las siete trabajadoras precarizadas despedidas que pedían ser reincorporadas en blanco.
La lucha emprendida por un pequeño grupo de trabajadoras de la empresa pesquera Apolo Fish -acompañadas por el Espacio Sindical de Base- terminó este miércoles con una “victoria parcial” ante tanto destrato: tras ocho días de acampe, las mujeres lograron firmar un acuerdo indemnizatorio luego de haber sido empleadas de manera precarizada y despedidas hace más de un mes. En el camino habían recibido la propuesta de la patronal de volver a ser contratadas de manera informal a través de una “cooperativa”, con el aval del Sindicato Obrero de la Industria del Pescado (SOIP), al que cuestionaron en duros términos tras el acuerdo alcanzado.
El acuerdo que terminó por concretarse este miércoles incluye a las siete trabajadoras que desde hace ocho días sostuvieron el acampe en la planta ubicada de Pescadores al 1200.
En detalle, el acuerdo indemnizatorio acordado -con intervención solidaria de un abogado del Espacio Sindical de Base como representante de las trabajadoras y del que forman parte proveedores de material prima de Apolo Fish- es el que durante el lunes había estado a punto de sellarse pero luego la empresa había dado marcha atrás. Se trata de un acuerdo de mayor consideración que los insólitos $10 mil y $20 mil ofertados a lo largo del conflicto.
“A comparación del primer día, que nos íbamos sin nada, salimos con algo para tirarla hasta conseguir otro laburo. Salimos convencidas de que la lucha, la organización y la solidaridad es el camino. Si estas mujeres logramos esto, imagínense compañeros y compañeras lo que el puerto podría hacer si nos plantamos ante toda la casta de parásitos que prácticamente nos esclavizan mientras manejan sus millones”, expusieron en un comunicado tras levantar la protesta.
Y en el comunicado tanto las trabajadoras como el Espacio Sindical de Base apuntaron en duros términos contra la conducción del SOIP al acusarla de haber frenado el lunes este mismo acuerdo ahora firmado.
“Todo se esclareció un día después, cuando la secretaria del SOIP, Cristina Ledesma, nos llama para decirnos que ellos podían conseguirlo, y de hecho ‘ofrecen’ conseguir el mismo acuerdo que habíamos ganado un día antes. Quedó claro, luego de todas las maniobras, que quien frenó el acuerdo conseguido el 8 de marzo fue la conducción sindical del SOIP. Quedó claro que pusieron el grito en el cielo cuando se enteraron de que quedaban fuera de la situación, que las obreras habíamos ganado algo a pesar de que su burocracia puso dos personas a carcomernos todo el tiempo la cabeza, de que esta era una lucha perdida. Hasta trataron de sacarnos la única carpa que prestaron en medio de la noche”, describieron.
Y cuestionaron: “La conducción sindical teme que las y los obreros se enteren que se puede luchar y ganar y que su mafia sólo sirve para traicionar”.
El conflicto tuvo su origen el 9 de febrero pasado cuando 18 mujeres fueron despedidas de la planta en la que trabajaban 15 horas por día para contratar, en su lugar, a una cooperativa bajo el aval del SOIP.
