El objetivo de identificar los cuerpos de los desaparecidos
La Iniciativa Latinoamericana para la Identificación de Personas Desaparecidas tomará muestras de sangre a familiares este miércoles y jueves en el predio de la Base Naval. “Queremos sacar los cuerpos del lugar de desaparecidos”, explicaron.
Con el objetivo de incrementar el Banco de Muestras de Sangre de familiares para la identificación de personas desaparecidas durante la última dictadura, la Iniciativa Latinoamericana para la Identificación de Personas Desaparecidas tomará este miércoles y jueves muestras de sangre a familiares biológicos de víctimas en el predio de la Base Naval.
“Buscamos poder identificar aquellos cuerpos que el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) va encontrando de personas que estuvieron desaparecidas y poder devolvérselos a sus familias a partir de la identidad. Es decir, sacarlos del lugar de desaparecidos y poder ponerles el verdadero rótulo que es el de asesinato”, explicó en QUÉ, en la radio Pilar Campiglia, integrante del equipo organizativo.
Se trata de un proyecto desarrollado por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y el Equipo Argentino de Antropología Forense que apunta a la identificación de los restos de desaparecidos entre 1974 y 1983
“Creemos que para los familiares es importante ir reparando su historia, saber qué pasó con su familiar desaparecido y poder darle entierro y elaborar ese duelo. Y por otro lado, para la historia argentina y para la Justicia esto es una prueba, el cuerpo constituye la posibilidad de imputar a los genocidas por homicidio”, sostuvo Campiglia.
Consultada acerca del proceso que implican las investigaciones para llegar a los lugares en los que están enterrados los cuerpos, contó que “lo más importante son los testimonios de la gente que ha podido ver algo y que frente a eso hace la denuncia”.
Según relató, una vez que el caso se judicializa y una vez que la Justicia considera que hay elementos suficientes como para investigar “el Equipo de Antropología forense trabaja con georadares para ver si hay movimiento de tierra, para ver si hay rastros humanos y después es un trabajo muy arqueológico, con mucho cuidado para llegar a ellos, y para rearmar los esqueletos que a veces están enterrados en fosas comunes”.
Además reparó en que el trabajo depende de la zona en la que se producen los hallazgos. “En Tucumán han quemado los restos y entonces en más complicado. En cambio, cuando son entierros clandestinos, incluso dentro de cementerios, como en Avellaneda, La Plata o Mar del Plata se pueden reconstruir de mejor manera”, señaló.
