Elefantes marinos en las playas: piden concientización de marplatenses y turistas
Desde la Fundación Fauna Argentina remarcaron que sus descansos en la costa son habituales e hicieron énfasis en las recomendaciones.
En los últimos días, en distintos municipios de la costa se visualizaron situaciones de “acoso” hacia ejemplares de elefante marino que habían salido a descansar a las costas de algunas playas y, para que no se repitan esas situaciones por parte de marplatenses pero sobre todo por parte de turistas, desde la Fundación Fauna Argentina recordaron que sus salidas a la costa son habituales y remarcaron las recomendaciones a tener en cuenta.
Tal como sucedió en noviembre, la Fundación Fauna Argentina confirmó que en diciembre hubo nuevos registros a lo largo de la costa marplatense de ejemplares de elefantes marinos en circunstancia de cambio de pelaje o bien en descanso de migraciones. Juan Lorenzani, referente de la fundación que trabaja la fauna costera de Mar del Plata, remarcó que las apariciones se producen año tras año y con registros fehacientes al menos desde fines de la década del ’80.
Al diferenciarlo de los tradicionales lobos marinos, explicó: “La diferencia principal está muchas veces en el tamaño, suelen medir mucho más que un lobo y pesar 4 toneladas y su coloración es gris. Se desplazan distinto, con un movimiento ondulatorio con el cuerpo, sin usar aletas, y no poseen pabellón auditivo, porque pertenecen a la familia de las focas”.
Otra de las diferencias con los lobos marinos está estrechamente vinculada a una de las razones por las que suelen salir a descansar: son mucho más “oceánicos”, es decir, realizan migraciones extensas y utilizan cualquier punto a lo largo de la costa para recargar energías, no necesariamente en un apostadero o colonia. También, en otras ocasiones suelen salir para completar la muda de piel, un proceso que les demora alrededor de un mes.
Por eso, remarcó, generalmente se dan presencias de ejemplares juveniles y subadultos de elefantes marino en las playas, ya sean hembras o machos. “Elefantes marinos adultos prácticamente no hay registros”, aclaró.
CÓMO ACCIONAR
“Cada vez que sale un pinnípedo -sea lobo o elefante marino-, despierta un alerta en la gente y se preocupa de una forma innecesaria: lo ven como un hecho aislado, porque creen que necesita estar en el agua o está enfermo. Estos animales son muy migratorios y cuando salen es cuando necesitan descanso, y ellos tienen toda la costa como su ambiente natural“, señaló Lorenzani.
En ese sentido, reiteró que es necesario que la gente “se concientice” respecto a que “no es necesario tocarlos, levantarlos, echarles agua, tirarles arena u ofrecerles alimentos”.
“Que aparezcan es algo normal, es parte de su hábitat. Es importante que los dejen donde están, que tomen una distancia de 10 a 15 metros, y lo ideal es hacer un cerco perimetral. Disfrutar de su presencia, pero tomando recaudos“, aconsejó.
