Feria de Plaza Rocha: más puestos, operativos y tensión con la Municipalidad
Desde Inspección General incautaron en las últimas semanas tablones y mesas que, aseguran, fueron alquilados a feriantes que no forman parte del listado habilitado.
Mientras la crisis social y económica se recrudece ante el ajuste y en consecuencia aumenta la demanda para ingresar a trabajar a la feria de Plaza Rocha como una manera de intentar subsistir, un nuevo conflicto se desató en los últimos días entre los feriantes y agentes municipales de Inspección General por la incautación de una serie de mesas y tablones que desde la Municipalidad aseguran que forma parte de un “negocio” por fuera de las personas habilitadas a trabajar.
Luego de años de proyectos de traslado frustrados, la pandemia e inactividad y arduas negociaciones por regular su actividad, las y los feriantes que cada martes y viernes asisten a la Plaza Rocha parecían haber encontrado algo más de estabilidad a partir de los controles regulares que realiza el área de Inspección General municipal pero también a partir de la organización interna entre los propios feriantes para garantizar los puestos de trabajo a alrededor de 400 familias.
Sin embargo, semanas atrás, denunciaron a través de un comunicado que desde el área municipal secuestraron más de 100 mesas que pertenecen a los trabajadores de la feria que “pagaron de su propio bolsillo”, según expuso Vanesa Córdoba, una de las referentes del espacio.
Pero el titular de Inspección General, Marcelo Cardoso, apuntó hacia un “negocio de explotación personal” que surgió, según afirmó, a partir de un sector que decide poner en alquiler mesas y tablones a quienes no están habilitados a través del listado oficial que controla la Municipalidad para regular la cantidad de puestos en la feria.
Según denunció el funcionario, a pesar de que son 328 los permisos de trabajo para la actividad de cada martes y viernes, actualmente hay alrededor de 600 trabajadores y trabajadoras en la feria: “No puede venir alguien que alquila los tablones a decir ‘este se queda, este no se queda’ que es lo que pasó en el último tiempo, fuera de los listados”.
“Cuando fuimos a sacar a esa gente que no era de lugar se enojaban porque habían alquilado las mesas“, planteó Cardoso en diálogo con Qué digital y explicó, como parte del conflicto, que esos lugares van también en detrimento de la lista de suplentes, es decir, aquellas personas inscriptas que esperan por un lugar en la feria de Plaza Rocha.
“Al Estado lo quieren para que regulemos un negocio de explotación personal de mesas. Olvídense, no van contar con nosotros. Cuando hicimos la revisión nos encontramos con diez mesas más de manteros que pudieron pagar. Sacamos cinco o seis tablones. Pero también hay que ver la gente que alquiló y tiene una necesidad importante“, planteó como parte del corazón de la problemática, ligada a la necesidad de trabajar.
Si bien el titular de Inspección General desestimó trabajar sobre un proyecto de ordenanza para regular formalmente la actividad, sí planteó la necesidad de la creación de una “comisión” representativa de las y los feriantes titulares y suplentes para comenzar a “reorganizar” la actividad e incluir un reglamento interno que permita “sancionar aquello que está mal”.
“Los puestos que no tienen que estar hay que sacarlos. Si hay puestos de gente vendiendo mercadería que el Estado donó, nosotros la tenemos que sacar y nadie se tiene que enojar. Si hay elementos robados, por supuesto que tampoco pueden estar ni permanecer en la plaza. Las reglas tienen que ser claras”, enfatizó.
