Feria Mitre: con el apoyo de Cultura, avanza el proyecto de ordenanza
Parte de los puestos fijos fueron desarmados como uno de los requisitos municipales para la regulación del espacio que pasará de depender de Desarrollo Productivo a Cultura.
La Feria Mitre finalmente avanza hacia un proyecto de ordenanza: luego de distintas reuniones con la Secretaría de Cultura, desarmaron varios de los puestos como parte de los requisitos municipales para la regulación. A un año de su búsqueda por renovar la normativa que año tras año habilitaba formalmente la actividad bajo el área de Desarrollo Productivo y que no se renovó a lo largo del 2022 -dando lugar a distintos reclamos y acusaciones hacia el oficialismo-, las y los feriantes celebraron los avances que permitirían más estabilidad con “el pase” a Cultura.
En abril de 2022, artesanos, artesanas y manualistas nucleados en la Feria Social Mitre —ubicada sobre la calle Mitre entre la avenida Luro y la peatonal San Martín—, empezaron a denunciar la falta de intención del oficialismo de renovar la Ordenanza 21468 que año tras año desde 2013 (aunque está instalada allí desde 2001) se renovó para habilitar la actividad. Desde entonces, hicieron pública la situación y comenzaron a exigir la renovación.
Sin embargo, sin prórroga de la habilitación, ahora se abrió la posibilidad de una nueva norma: “El proyecto de ordenanza está casi armado. Faltan algunos detalles porque nuestra ordenanza se va a vincular con la ordenanza de Cultura, por eso varios artículos se van a modificar“, explicó a Qué digital, Matías, artesano y uno de los referentes de la Feria Social Mitre.
Es que, hace más de un mes las y los feriantes negocian con el secretario de Cultura, Carlos Balmaceda, el pase de la Feria Mitre de la Secretaría de Desarrollo Productivo e Innovación a la Secretaría de Cultura, como actualmente funciona la gran mayoría de las ferias de Mar del Plata.
Una de las modificaciones de esos artículos, como parte de lo que el Municipio ya había anticipado a las y los feriantes en torno a una “puesta en valor”, tiene que ver con que los puestos sean desmontables (no fijos) para así “liberar la plaza” en las fechas en las que no funciona, es decir, por fuera de la temporada de verano (hasta Semana Santa) y fuera de los fines de semana largos y el receso invernal.
“Nosotros nos manejamos en asamblea por eso hay otro artículo que hay que modificar porque el Municipio hace las altas y bajas de los feriantes pero nosotros nos encargamos de eso en nuestra interna de la feria. Ese es un punto que tienen que modificar y que Balmaceda no tiene problema porque entiende que las ferias son autogestivas en ese sentido”, detalló Matías como otro de los puntos a modificar en el proyecto que prevén ingresar en las próximas semanas en el Concejo Deliberante.
En cuanto a los requisitos a nivel municipal, aclararon que el principal se centra en “liberar el espacio” -una tarea que ya comenzó- al desmontar los 80 puestos fijos (que nuclean a 80 familias) que, hasta el momento, quedaban “clavados en el medio de la plaza cuando en realidad solo se usan en temporada”, reconoció Matías.
Si bien parte de la planificación municipal apunta a transformar los puestos en desmontables, las y los feriantes anticiparon que el cambio será paulatino. “Lo que arreglamos con el Municipio es una transición por plazos de tiempo“, aseguró y adelantó que hasta el momento los puestos desarmados son los internos del “pasillo” además del palco de los músicos.
Sin embargo, Matías aclaró que mantendrán armados al menos 20 puestos de cada lado “para que los compañeros puedan seguir feriando hasta tener toda la feria desmontable” en relación a su actividad los fines de semana largos.
Mientras las y los feriantes proyectan terminar el borrador de ordenanza en las próximas semanas con el apoyo de la concejala y presidenta de la comisión de Educación y Cultura, Mariana Cuesta, y de la vicepresidenta, Florencia Ranellucci (PRO), según relataron, aseguran que de aprobarse “la Municipalidad cierra por su lado con la parte que le interesa: despejar la plaza y tener los puestos desmontables, y nosotros la ordenanza, sin la necesidad de tener que pedirla cada tres años”.
