Miércoles 08 de mayo | Mar del Plata
13/03/2015

Hombre encadenado: médicos del HIGA operarán a su mujer

Su esposa sufrió una triple fractura al bajar de un colectivo y Horacio se ató con una cadena a la Municipalidad para pedir ayuda. Será intervenida quirúrgicamente, pero por la demora, algunos daños son irreversibles.

Hombre encadenado: médicos del HIGA operarán a su mujer
(Foto: archivo/QUÉ Digital)

Desde hace más de diez meses Horacio Alberto Martín viene recorriendo sin respuesta los centros de salud de la ciudad para que su mujer, Silvia Amalia Mansilla, pueda ser operada por la triple fractura de tobillo que sufrió al bajar de un colectivo. Su reclamo se visibilizó luego de que decidiera encadenarse el pasado Día de la Mujer a la Municipalidad para pedir ayuda. En las últimas horas, llegó la confirmación: su esposa podrá ser operada en el HIGA.

Horacio y Silvia fueron recibidos recientemente por el traumatólogo Marcos Baulo en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA). “Nos atendió muy cálidamente, nos escuchó como hasta ahora no habían hecho, se le hizo una evaluación y finalmente gracias a Dios la podrían operar”, dijo el hombre en diálogo con QUÉ.

Antes de la intervención, la mujer deberá pasar por sesiones de quinesiología. Los médicos le dijeron que su pie “está muy deteriorado”, según comentó Horacio, y que por el tiempo que pasó desde el accidente -más de diez meses- algunos de los daños que provocó la lesión podrían ser irreversibles.

“Le va a llevar tiempo recuperar el movimiento. Hoy tiene tres dedos del pie adormecidos, pero la operación va a permitir que los médicos extraigan todos los fragmentos que quedaron sueltos y que lesionan aún más el tobillo”, explicó Horacio.

La recuperación será lenta, pero no total. “Nos dijeron que a lo mejor le tienen que poner una placa, que le va a costar caminar y que se le va a desarrollar una artrosis”, comentó.

Tal vez, las consecuencias de un accidente simple, como fue caerse del colectivo, no hubiesen sido tan graves si la operación hubiese llegado a tiempo. Pero Horacio tuvo que llegar a encadenarse en la Municipalidad para que alguien lo escuchara.

Vale recordar que la lesión de Silvia Amalia Mansilla, de 48 años y vecina del barrio Alto Camet, se produjo casi diez meses atrás cuando viajaba en una unidad de la línea 521. Al bajar del colectivo, en Alvarado y Tucumán, el chofer habría retomado la marcha antes de que la mujer descendiera y entonces sufrió una caída que le provocó una triple fractura. Por este hecho, Horacio inició una acción judicial contra la empresa 25 de Mayo, la Clínica de Fracturas, la aseguradora y también contra el chofer.

Horacio comentó que luego de que su reclamo fuera publicado en QUÉ, la concejal radical Vilma Baragiola y sus asesores tomaron contacto con él y su mujer.

“La verdad es que Vilma nos dio una mano enorme y logró que los doctores se preocuparan por el caso de mi esposa”, añadió.

Horacio deja entrever una mezcla de emociones: gratitud por la ayuda que recibió en las últimas horas, pero a la vez enojo y bronca por los meses que demandó que alguien le confirmara que su mujer podría ser operada. Dice que volvería a encadenarse porque ama a su esposa. Se muestra optimista y pese a que el tobillo de su mujer tendrá una recuperación parcial, sabe que hizo todo lo que tenía a su alcance para ayudarla.

Ahora le queda esperar. Deberán pasar casi dos semanas de quinesiología y llegará una nueva visita al médico en la que se le otorgaría una fecha para poder operarse. Pasaron diez meses y llegó a tener que atar su cuerpo con una cadena a la puerta de la Municipalidad.

“Sirvió para que me escucharan. Ahora hay que seguir luchando, pero estoy agradecido a Dios y a todos los que me dieron una mano con esta situación”, completó.

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13/03/2015