Impulsan la continuidad pedagógica en las cárceles a través de celulares
Esta medida se implementa, por la cuarentena, en el Penal de Batán y en otras unidades bonaerenses.
Desde que se decretó el aislamiento obligatorio por la pandemia del coronavirus, en los penales bonaerenses, entre ellos el de Batán, se suspendieron las clases presenciales. Y tras ello se aprobó un protocolo de uso de celulares para actividades educativas en contexto de encierro, en el marco del aval judicial para la utilización de dispositivos a partir de la suspensión del ingreso de visitas.
De esta forma alumnos del Penal de Batán -y de otras unidades como La Plata, Azul, Campana, Lomas de Zamora, La Matanza, Dolores, San Martín, San Nicolás, Baradero, Urdampilleta, Sierra Chica, General Alvear y Florencio Varela- continúan sus estudios a través de nuevas modalidades de cursada a través de los celulares registrados por el Servicio Penitenciario.
Se trata de la primera etapa de aplicación del “plan de continuidad pedagógica”, que cumple con el objetivo de colaborar con el dispositivo de acompañamiento en situación de contingencia escolar desarrollado para los estudiantes privados de su libertad por la Dirección General de Cultura y Educación, en coordinación con el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires y el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
En esta primera etapa se continúa con la educación de alumnos de las escuelas primarias y secundarias de las Unidades 44 y 50 Batán, 3 San Nicolás, 6 Dolores, 7 Azul, 9 La Plata, 11 Baradero, 14 y 30 General Alvear, 17 Urdampilleta, 27 Sierra Chica, 31 Florencio Varela, 40 Lomas de Zamora, 41 Campana, 43 La Matanza, 46, 47 y 48 San Martín.
“Se adoptaron distintas alternativas que facilitan la continuidad pedagógica, estableciendo lazos entre el cuerpo docente y los estudiantes a través de diversos canales de comunicación y soporte de contenidos”, explicó el jefe del SPB, Xavier Areses.
Desde el SPB informaron que se inició la implementación de contenidos digitales mediante el uso de dispositivos móviles convirtiendo a los teléfonos celulares “en una herramienta educativa para que las personas privadas de su libertad continúen su proceso de aprendizaje”.
A través del coordinador educativo de cada unidad del SPB se distribuye el material a los tutores educativos de cada pabellón, responsables de distribuir a los alumnos, digitalmente, las actividades y ellos también pueden por fotos o textos hacer el camino inverso para su corrección. La idea es aprovechar los recursos que ofrecen el correo electrónico, Whatsapp, Bluetooth, entre otras herramientas digitales, para impulsar el proceso de educación a distancia.
En las cárceles del SPB los internos pueden cursar el nivel primario, secundario, terciario y universitario. De esta manera, estudiantes de los diferentes niveles pueden tener acceso al material bibliográfico en forma digital con el objetivo favorecer el cumplimiento del mencionado plan, optimizar recursos y prevenir la propagación y contagio del Covid-19.
