La Iglesia echó a un cura acusado de abuso sexual infantil
Se trata del sacerdote José Luis Serre, que se desempeñaba en Necochea. Lo anunció el obispo Gabriel Mestre en el marco de una denuncia que impulsa la familia de la víctima.
Un cura de la diósesis de Mar del Plata que está acusado de haber abusado sexualmente de un menor de edad fue echado de la Iglesia. El caso fue dado a conocer este lunes por el propio obispo, Gabriel Mestre, en una conferencia de prensa.
Según informaron desde el obispado, el ahora ex sacerdote José Luis Serre -que tenía unos 30 años en la Iglesia y se desempeñó como último puesto en la parroquia Nuestra Señora de Lourdes de Necochea- quedó excluido en forma definitiva y total del estado clerical, luego de la conclusión del proceso canónico iniciado a partir de una denuncia por abuso sexual de un menor de edad.
De acuerdo a lo detallado en conferencia de prensa, al recibir por parte de la familia de la víctima la denuncia en 2017 a los pocos meses de haber asumido en el caso, el obispo Mestre impuso a Serre medidas disciplinarias consistentes en la prohibición inmediata del ejercicio público del ministerio sacerdotal y el contacto con menores de edad, al tiempo que le exigió la renuncia como párroco mientras la Santa Sede resolvía su situación.
El obispo Mestre en conferencia de prensa (Foto: QUÉ Digital)
El proceso canónico se extendió por unos siete meses y finalmente en octubre pasado terminó por resolver apartar de manera definitiva de la Iglesia al acusado.
De acuerdo a lo destacado por el obispo, de manera paralela la familia de la víctima inició una denuncia penal, que continúa en trámite.
“El obispo propició el encuentro, la escucha y la cercanía con el menor abusado y su familia, con la que colaboró en la denuncia penal ante la Justicia. A esta se remitió la totalidad de las actuaciones que sobre el caso se reunieron en la sede eclesial para que se haga justicia”, señalaron desde el Obispado a dar a conocer públicamente el caso.
“En línea con el pensamiento del papa Francisco queremos manifestar nuestra enérgica condena a este tipo de conductas despreciables por parte de ministros de la Iglesia. Seguiremos buscando un camino de acompañamiento posible para el menor y su familia en fidelidad al evangelio de Jesucristo”, expresó Mestre y desde el Obispado sumaron: “Con profundo dolor por este aberrante hecho queremos renovar el compromiso de continuar trabajando en la prevención para garantizar la protección de los menores y adultos en situación de vulnerabilidad”.
