Sábado 27 de abril | Mar del Plata
10/01/2015

Perros de asistencia, adiestrar para incluir

Se los entrena a través de estímulos para ayudar en el hogar y en la vía pública a personas sordas o con síndrome de down o asperger. Adiestradores destacaron el cambio que genera en un paciente el vínculo que se establece.

Perros de asistencia, adiestrar para incluir
(Fotos: Lucho Gargiulo)

El perro señal mueve la cola y toca a un joven sordo con una de sus patas. Este acercamiento puede significar que el teléfono, el timbre o el despertador está sonando. En el caso de personas con Síndrome de down o Asperger, el animal de asistencia se convierte en su facilitador social y le permite sentirse más incluido en la sociedad.

Sin castigo ni dolor y lejos de los collares de púa, un grupo de adiestradores de Mar del Plata utiliza estímulos y motivaciones para que los perros aprendan a asistir a personas que padecen discapacidades o enfermedades.

El fundador de “Balto MDQ, perros de ayuda social”, Santiago Griseti, compartió con QUÉ junto a la adiestradora Fabiana Vélez una tarde de trabajo en la Plaza Peralta Ramos, el espacio público que utiliza el grupo para realizar cursos para entrenar a perros, que mayormente provienen de refugios.

El perro señal es adiestrado especialmente para ayudar a personas sordas. Se lo condiciona ante determinados estímulos a través de sonidos para que cuando suene el celular, el despertador, el timbre o bien cuando una persona lo llame por su nombre en la calle, alerte ese sonido al no oyente.

En general, según contaron los adiestradores de este grupo -que también funciona en Chile, Paraguay y Bolivia, además de en provincias y ciudades como Mendoza, Tierra del Fuego Catamarca, Salta, Capital Federal, entre otras- se elige a “los perros más enérgicos, pero con cero agresividad y muy sociales”.

También preparan a los denominados perros de asistencia, por ejemplo para chicos Asperger. “Tenemos entregado a uno, que es Brandi, y su usuaria Milagros, que es una chica de 12 años con asperger que ya va a la escuela con el perro y la acompaña a todos lados. El animal funciona como un facilitador social y le permite incluirla”, explicó Santiago Griseti.

PERROS QUE AYUDAN 03

Psicólogos y psiquiatras, según el caso, trabajan junto a Balto MDQ para acordar los objetivos que deben alcanzarse entre el adiestrador y el profesional, a partir de las necesidades de un paciente.

El adiestramiento puede durar entre tres y seis meses, o bien hasta dos años, dependiendo de la complejidad del acompañamiento que requiera una persona. Entre los perros que forman parte de esta escuela canina, Morena vive hoy con Liliana, una joven sorda; Malbec convive con Camila, también con dificultades de inserción social; Simón, en tanto, acompaña a Ángel, un chico no vidente a quien además le falta una pierna.

Según los adiestradores, la evolución del paciente a partir del contacto con estos animales, es más que tangible.

“El perro es como un filtro, una esponja que absorbe todos los sentimientos y no discrimina si sos gordo, petiso, discapacitado, rico o pobre”, destacó el fundador del grupo, quien además señaló que de alguna manera “todos los seres humanos hacen terapia con sus perros”, quienes se convierten en sus compañeros, testigos y confidentes.

En general, de acuerdo con los especialistas en la materia, cualquier perro tiene las condiciones naturales para poder aprender, “siempre y cuando se les enseñe de manera adecuada”.

Aquel animal entrenado que acompaña al paciente, consigue hacerlo sentir más incluido, más cerca de una sociedad que en muchos otros aspectos lo aparta del mundo por sus discapacidades o dificultades.

De la mano de estímulos, con mensajes en positivo y lejos de cualquier acto forzoso, los perros aprenden. Y tal como destacaron los adiestradores, incorporan habilidades rápidamente. “Ellos aprenden rápido. Las que tienen que aprender, son las personas”, completaron.

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10/01/2015