El Festival de Cine, desfinanciado: entró en vigencia el recorte de Milei en el Incaa
El gobierno nacional oficializó la resolución y desafió: “Se terminaron los años en los que se financiaban festivales de cine con el hambre de miles de chicos”.
“Suspender la realización de toda erogación económica vinculada a apoyos y aportes institucionales”. Con ese artículo incluido en una resolución publicada este martes en el Boletín Oficial el gobierno nacional formalizó el ajuste contra el Instituto Nacional de Cine y de Artes Audiovisuales (Incaa) que empezó a ser advertido desde la semana pasada y que incluye la puesta en peligro de la continuidad del Festival de Cine de Mar del Plata a partir de su desfinanciamiento. “Se terminaron los años en los que se financiaban festivales de cine con el hambre de miles de chicos”, desafió el gobierno mientras su ajuste recae con mayor peso justamente sobre los sectores más vulnerabilizados.
Después de las advertencias que empezaron a escucharse la semana pasada por parte de las y los trabajadores del Incaa tras una reunión con el titular del organismo, Carlos Pirovano, quien ya aplicó una serie de 170 despidos en el organismo, el gobierno nacional formalizó este martes en el Boletín Oficial las políticas de ajuste y recorte con la publicación de la resolución que ya se había empezado a conocer este lunes.
Los tres primeros artículos dan la pauta del alcance del enorme recorte: “Suspender la realización de toda erogación económica vinculada a apoyos y aportes institucionales”; “Suspender la realización de todo apoyo económico destinado a las Provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires” y “Suspender la aplicación de las resoluciones INCAA N° 171-E/2019, N° 318-E/2023 y N° 1221-E/2023”.
¿Qué implican esas tres resoluciones? Básicamente, el apoyo económico y auspicio institucional a festivales y mercados audiovisuales internacionales, a muestras y a semanas de cines y al lanzamiento de películas.
De esa manera, tal como habían adelantado los trabajadores a través de sus delegados de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, que este año debiera tener su edición 39°, se verá afectado directamente por el ajuste. Lo que las autoridades les plantearon a las y los trabajadores fue una especie de propuesta que formulará para que el sector audiovisual consiga financiamiento privado para garantizar su continuidad.
La resolución tiene en cuenta la “emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, sanitaria y social” fijada por el “decretazo” de Milei hasta el 31 de diciembre de 2025 y sostiene que “se ha dado inicio a un proceso de revisión de las políticas y actividades de gestión que implican tomar medidas que permitan el adecuado cumplimiento de los objetivos del Incaa”.
Pirovano afirmó que considera “necesario tomar medidas tendientes a racionalizar y eficientizar el organismo” y que “resulta indispensable actuar de manera urgente y hacer todos los esfuerzos necesarios para evitar mayores perjuicios económicos” para lo cual entendió “necesario suspender toda erogación económica que derive de la aplicación de apoyos y aportes institucionales y económicos”.
La resolución, además, ajusta notablemente el desempeño de las y los trabajadores del organismo, ya que suspende horas extras y desplazamientos dentro y fuera del país, entre otros puntos.
Una vez emitida la resolución, desde la Secretaría de Cultura de la Nación, que integra el Ministerio de Capital Humano, afirmaron haber empezado un “proceso de reordenamiento” del Incaa.
A través de un comunicado, hablaron de un “déficit de 4 millones de dólares” y confirmaron que “se ha resuelto reducir drásticamente los gastos del instituto, suspendiendo las transferencias a las provincias, viajes al exterior, financiación de festivales, pago de horas extras, contratación de telefonía móvil, viáticos y otros gastos”.
Y, mientras el brutal ajuste recae con mayor peso sobre los sectores más vulnerabilizados con, por ejemplo, el corte de entrega de alimentos a comedores populares, desafiaron: “Se terminaron los años en los que se financiaban festivales de cine con el hambre de miles de chicos“.
“El problema no es económico, es ideológico”, cuestionó el delegado adjunto de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en el Incaa, Nicolás Vetromile, la semana pasada después de ya adelantado el ajuste en el organismo y planteó las implicancias que tendrán las medidas en términos culturales.
“Hay una industria cinematográfica exterior, principalmente en Estados Unidos que invade culturalmente a los países, no solo a la Argentina. Tenemos una Ley de Cine, por eso podemos producir y exhibir tanto. Una película de los tanques, de los superhéroes llegan unas 700 copias para 750 salas y es imposible competir así”, comparó.
De esta manera, sostuvo que es necesario que haya “políticas proteccionistas” para no “perder la soberanía nacional y cultural”. “Es la defensa por contar nuestras historias, ¿por qué tiene que ser Amazon o Netflix los que cuenten nuestras historias?”, identificó y concluyó: “Es un tema ideológico, la perspectiva es eliminar nuestra soberanía audiovisual y soberanía cultural. Por eso es importante difundir que se está desfinanciando el Incaa, se están eliminando los programas y se quiere eliminar toda la política de fomento a la exhibición. De esa manera nos quedaríamos con un Incaa mínimo que solo puede ser cubierto por una oficina para darle el dinero a las grandes productoras y nada más”.
