El Plan de la Mariposa: “El nivel de amor que recibimos nos llena el corazón”
Previo al show en Mar del Plata, Camila Andersen compartió cómo vive el grupo este presente de popularidad. Sus raíces en Necochea y el valor de la música.
El Plan de la Mariposa disfruta de un gran presente popular y vuelve a Mar del Plata para celebrarlo con su público. Con 15 años de carrera, el grupo que inició la familia Andersen sigue creciendo paulatinamente fiel a su estilo psicodélico. Y de cara a su llegada a la ciudad, después de una intensa gira, Camila Andersen compartió las sensaciones que atraviesan en cada recital y el significado que cobra la música en estos tiempos. “El nivel de amor que recibimos nos llena el corazón”, resaltó para Qué digital.
En 2008 en Necochea, los hermanos y hermana Andersen siguieron la sinergia musical que mamaron en su infancia y junto a otros músicos decidieron plasmarla en un proyecto artístico que llamaron El Plan de la Mariposa. Desde sus orígenes la banda tiene una identidad psicodélica desde el desarrollo visual y compositivo que sabe trasmitir en vivo. De a poco sus seguidores fueron compartiendo las experiencias en cada show que proponían, y así conformaron una especie de comunidad entre festivales y recitales.
El Plan de la Mariposa regresa este sábado a las 21 a Mar del Plata para presentarse en el Club Once Unidos, Roldan 52. Las entradas desde $7000 están disponibles a través de Articket o en puntos de venta directa: La casa de las guitarras, Belgrano 3420, y Conex, San Martín 3263.
El grupo está integrado por Sebastián Andersen y Camila Andersen en voz, Valentín Andersen en guitarras y voz, Máximo Andersen en teclado, Santiago Andersen en violín, Andrés Nör en bajo y Julián Ropero en batería. Fue creciendo de manera sostenida y orgánica, a través del “boca en boca”, y supo conquistar al público y en pandemia aprovecharon los recursos que ofrece la virtualidad para no perder contacto e incluso reforzaron su identidad como grupo. Cuando la situación sanitaria lo permitió volvieron a compartir shows en vivo y a hacer giras hasta llegar a su primer Luna Park.
“Se sienten fuertes las ganas de las personas de ir al encuentro”, explicó Camila Andersen y sumó su mirada: “En cada recital veo mucha entrega, cantos, saltos, se vive una gran fiesta y estoy muy agradecida por eso. El nivel de amor que recibimos me llena el corazón“.
(Foto: @juligarciafotografia)
Para los cinco hermanos, entre ellos trillizos, la música fue parte de la infancia familiar que hoy los enorgullece: su madre, docente agraria que incursionó en las nuevas metodologías de meditación en Necochea, y su papá, un trabajador del campo sin patrón ni empleados que supo sobrellevar sequías e inundaciones. Con esta base estructural, a través de la música supieron que podían fusionar espiritualidad con persistencia laboral.
“La música es para nosotros una herramienta que ayuda a atravesar procesos. Crecimos con una mamá que hacía encuentros con tambores, meditaciones en movimiento, donde era importante tener momentos de liberación, catarsis, conexión con el cuerpo y crecer en ese contexto marcó al Plan“, analizó.
“Creo que abrir y compartir la música con El Plan de la Mariposa abre espacios. La existencia es compleja y a muchas personas le pasan las mismas cosas, poder encontrar espejos y en ese reflejo sentirte comprendido es muy sanador“, resaltó.
En años donde la incertidumbre atraviesa a la sociedad, proyectos como El Plan de la Mariposa no solo ofrecen un espectáculo para entretenerse sino que van más allá de una experiencia. “Siento que en este momento es muy importante que haya espacios de unión entre las personas, donde se creen redes y la verdad eso se lo agradezco mucho a la música, porque cuando vas a ver una banda, ya sea El Plan u otra, se siente como todas esas personas en ese momento se conectan desde un lugar amoroso, donde no importa más nada que vivir ese momento presente“, manifestó.
Así, previo al concierto de este fin de semana en Mar del Plata, la única integrante mujer del grupo describió que algunas personas le escriben contando sus experiencias en recitales donde han ido solas, ahí se unieron a un grupo y a partir de allí siguen conectados: “Siguen yendo a vernos juntos, eso me parece hermoso. Y a las personas que resuenan con El Plan de la Mariposa, les agradezco por ser tan amorosos con nosotros”.
