Sábado 18 de mayo | Mar del Plata
25/03/2016

Los Albertos, humor despojado de pretensiones

Jorge Seleme y Javier Sintiolo se presentaron este viernes a la noche en el Osvaldo Soriano con “Alberto & Alberto: Íntimos”. “La gente tiene ganas de salir y pasarla bien. Algo de lo que sucede en nuestro espectáculo es eso”, dijeron los actores.

Los Albertos, humor despojado de pretensiones
(Foto Qué Digital)

Dos músicos hippies de los años ’70 que se creen invencibles, pero que en definitiva solo tienen aires de grandeza. Un abuelo y su nieto que todavía cree en superhéroes. El vínculo humano como recurso para hacer reír. La risa como elemento sanador. El momento, ser parte de algo que sucede. Eso y mucho más es la propuesta de la obra “Alberto & Alberto: Íntimos”, protagonizada por Jorge Seleme y Javier Sintiolo, que se presentará este viernes a la noche, desde las 23, en el Centro Cultural Osvaldo Soriano –Catamarca y 25 de Mayo.

Jorge y Javier tuvieron una gran temporada. En las funciones de “Alberto & Alberto: Íntimos” cortaron un promedio de 150 tickets, además fueron nominados a los Premios Estrella de Mar como mejor espectáculo de humor. “El público fue realmente muy generoso con nosotros”, dicen los actores con algo de humildad y mucho agradecimiento.

Los actores se conocieron en 2003 durante un taller de clown. Al año empezaron a hacer cosas juntos y cranearon los personajes que luego se convertirían en las piezas fundamentales de la obra “Alberto & Alberto: Íntimos”.

Eran dos números que teníamos, un boceto de dos chabones que hacían un show de música y el otro era un abuelo y su nieto. Lo acercamos al varieté que hacía nuestro profesor de clown, en Luján. El número se fue amoldando con lo que el público iba devolviendo, con las cosas que pasaban y funcionaban en cada función”, cuenta Javier de la génesis de la obra.

Jorge agrega que “la obra en sí son dos números separados que se transformaron en una obra”. “Lo que más evolucionó con el tiempo fue el vínculo, los personajes empezaron a tener autonomía”, dice.

Son tantos años trabajando juntos que no terminan de decir una frase que el otro ya la completa. Se conocen, se entienden, se divierten hasta dando una entrevista. ”También maduramos nosotros como humanos. En esta temporada, la cuarta, siento que estamos más afianzados, más tranquilos y eso hizo que disfrutáramos más el espectáculo. Nos divertimos mucho y eso es fundamental”, dice Javier

Los Alberto

-¿Cuándo se dieron cuenta que los personajes se habían vuelto “independientes” de ustedes?

Jorge: –Estábamos en Luján, haciendo lo del nene y el abuelo. En esas varieté pasaban cosas: de repente se caía un cartel, la gente tomaba cerveza, había ruido y había mucha intervención del público. Sucedían muchas cosas que excedían al marco. Y me acuerdo que tuve una respuesta desde el abuelo, desde el personaje y me sorprendió a mí como actor. Y me di cuenta que ya había algo.

Javier: -Siento que hay una voz, una postura corporal que hace que aparezcan esos seres. Es como una huella que está marcada. Me pasa cuando veo respuestas de la gente, que repite cosas, latiguillos del nene. Creo que ahí es cuando trasciende, que veo que el personaje toma otra dimensión.

-Hacen reír, pero sin chistes, puteadas ni lugares comunes. ¿Cuál es su visión del humor?

Jorge: -Trabajamos el humor desde el vínculo humano. La risa se genera por contraste de lo que está sucediendo. El humor es sanador, siento que la gente tiene ganas de salir y pasarla bien. Algo de lo que sucede en nuestro espectáculo es eso.  Hay mucha identificación. Somos dos amigos jugando, es algo simple.

Javier: -Tenés que venir muy relajado y sin muchas pretensiones a ver Los Albertos. Si lo intelectualizás mucho te quedás un poco fuera de eso emotivo que pasa. La risa es sanadora tanto para el público como para nosotros, nosotros sanamos como actores cuando hacemos la obra. Hay algo que está muy vivo, que está sucediendo cuando hacés reír a otro.

-Se conocieron en un taller de clown ¿de qué trata esa técnica?

Jorge: -Es una técnica particular. El teatro tiene la cuarta pared que el clown la rompe directamente. Por eso nosotros miramos al público, el público no participa, pero no lo ignoramos. El clown construye personajes desde uno mismo, con los miedos, la oscuridad, las alegrías y de ahí pulir y trabajar.

Javier: -Nosotros fusionamos todo. Venimos del teatro y fusionamos las técnicas. Es compartir con el público lo que pasa. Si hay algo que está sucediendo en la sala, que es más urgente que la escena hay que hacer foco de atención ahí. Nos hacemos cargo de lo que pasa.

-Tuvieron una gran temporada. El teatro independiente parece haber tenido una gran temporada. ¿Cómo lo ven ustedes?

Jorge: -Al grupo de gente que labura en el circuito independiente le fue bien. Fue algo que se dio año a año, no fue de la nada. Esta sensación de que la gente elige cada vez menos al teatro comercial y más al independiente tiene que ver con el trabajo, con el reconocimiento al esfuerzo y a las propuestas artísticas. Te puede gustar o no lo que hacemos, pero no se puede negar que hay trabajo, compromiso y que somos profesionales.

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25/03/2016