Romiglio: “Era lo que habíamos ido a buscar”
El marplatense, que obtuvo la medalla de bronce en squash por equipos en los Juegos de Toronto, dialogó con QUÉ respecto al logro y realizó un balance sobre su actuación en su primer Panamericano.
Sincero. Sin nada que ocultar y autocrítico. El marplatense Leandro Romiglio no tiene nada que reprocharse. Ha llegado hasta los cuartos de final en su primer Juego Panamericano y fue parte del equipo argentino de squash que se alzó con la medalla de bronce.
En el marco de la recepción del intendente Gustavo Pulti, Romiglio se tomó unos minutos para dialogar con QUÉ, en relación a la presea conseguida, su actuación en particular y lo que viene en su carrera deportiva.
“Fue una experiencia muy importante ya por el sólo hecho de haber sido mis primeros Juegos Panamericanos. Lo viví muy intensamente. Desde el lugar donde se jugaba hasta la Villa, todo era increíble. Mucha ayuda para los deportistas, todo a disposición y la verdad es que está bueno ir a representar al país. Y en lo deportivo, estoy contento por haber traído la medalla de bronce, que era lo que habíamos ido a buscar. Nos la merecíamos”, manifestó el marplatense.
– Ya has representado a la ciudad y al país, pero ¿el Panamericano tiene un sabor diferente?
– Sí. Para el squash es como si fueran los Olímpicos. Los Panamericanos son lo máximo en evento para el squash. Además de compartir el lugar todos juntos, la Villa deportiva, fue una gran experiencia.
– ¿Cuál es el balance deportivo en lo individual?
– Me quedé contento porque me tocó perder en cuartos de final con el ganador de la medalla de oro, que es un colombiano (NdR: Miguel Rodríguez) que está cuarto en el mundo y atraviesa su mejor momento deportivo. Fue a revalidar la ganada en Guadalajara y lo hizo. Le hice un partido de igual a igual. Fue 3-1 y me sentí bien. Sabía que él tenía las de ganar y me sentí relajado. Me sirve como experiencia y para medirme con gente que están más arriba en el ranking.
– Lo contás como si ya estuvieras resignado de ante mano. ¿No hay mucho por hacer ante este tipo de rivales?
– Es que está jugando a un nivel muy alto hace 5 años. Y yo todavía estoy escalando posiciones. Tiene 29 años y yo 24, con lo que hay unos cuantos años de experiencia, y el squash es un deporte que a igual físico y técnica, la cabeza y la experiencia tiene mucho que ver. No es que está perdido cuando entrás porque puede pasar cualquier cosa, pero el de mayor experiencia por lo general maneja el partido y en los puntos clave del juego, saca la diferencia.
– En las semifinales por equipos, ante el local Canadá, hubo un primer punto eterno…
– En esa instancia, por lo general se da partidos tensos y largos porque ninguno quiere perder y se está nervioso. Ganó el primero Rodrigo (Pezzota), después Robertino (Pezzota) perdió y me tocó definir y caí con el canadiense número 2 y que hizo un gran certamen. Me topé con un rival muy bien plantado y no lo pude encarar por ningún lado. Fue una derrota justa.
– ¿Cómo se vivió esa espera hasta jugar?
– Yo estaba fuera y viendo que me tocaría definir la serie. Se siente un poco la presión, pero no entré nervioso. No fue ese el motivo de la derrota.
– ¿Ahora que sigue para lo que resta del año?
– Tengo un par de torneos profesionales del circuito PSA el mes que viene. En octubre está el Sudamericano de Mayores en Bolivia y en diciembre es el Mundial por Equipos, que es el objetivo más importante. La idea es llegar a estar entre los 16 mejores. Hoy estamos 20 y queremos seguir creciendo.
