Caso Jordana Rivero: la fiscalía pidió perpetua y ocho años para los acusados
El juicio por el femicidio de la joven de 29 años cerró este viernes su etapa de alegatos a la espera de la sentencia.
La fiscalía pidió que se impongan las penas de prisión perpetua y ocho años para los dos acusados de haber participado del crimen de Jordana Rivero, la joven de 29 años que hace casi dos años fue estrangulada y golpeada brutalmente en Mar del Plata para después ser arrojada desde un séptimo piso al vacío, en el marco de un robo.
El juicio que se inició este jueves avanzó rápidamente en el desarrollo de la prueba y de los testimonios previstos y este viernes se llevaron adelante los alegatos -a la espera de la sentencia que se conocerá la semana que viene- en los cuales la fiscal Florencia Salas solicitó que Bernardo Luis Baraj -acusado por homicidio crimis causa y femicidio- sea condenado a la pena de prisión perpetua, la única que prevé la calificación.
Por su parte, para Silvana Paola Rojas requirió que se le impongan ocho años de prisión por privación ilegal de la libertad y el robo previo que implicó obligar a la joven a entregar sus tarjetas de débito junto a sus claves, aunque con una unificación a diez años de prisión en total a partir de otra condena previa que tuvo la mujer a tres años de prisión en suspenso.
La fiscal Florencia Salas.
Según informaron fuentes judiciales, a lo largo del debate tanto la mujer como el hombre reconocieron en sus declaraciones la existencia del robo por lo que la defensa en el caso de Rojas pidió que se le imponga el mínimo legal de pena previsto y requirió que se modifique la calificación en función de Baraj a robo seguido de homicidio, que dispone penas de entre 10 a 25 años, al plantear que no se probó el agravante de femicidio ni crimis causa, que implica su concreción para ocular otro delito-.
De acuerdo a la reconstrucción realizada en el marco de la causa, el 2 de marzo de 2020, antes de las 8 de la mañana, Jordana Rivero fue encerrada en su departamento de la zona de Salta y la avenida Luro, obligada a entregar sus tarjetas de débito junto a sus claves en el marco de un robo y luego fue estrangulada y golpeada antes de ser arrojada desde el séptimo piso al vacío.
El día del hecho, testigos afirmaron haber escuchado una fuerte discusión en el departamento. Y desde el interior, Baraj se negó a abrir la puerta por lo que el fiscal que llevó adelante la investigación, Fernando Castro -presente en el lugar-, ordenó al personal de la Policía derribar la puerta. Al hacerlo, los efectivos se encontraron con el lugar totalmente desordenado y con varios elementos rotos, además de detectar que Baraj presentaba golpes en el rostro y en las manos.
Pasados los meses de investigación, se logró dar con un testigo clave que permitió reorientar la investigación. Así, los investigadores establecieron que la noche anterior a que fuera asesinada, la joven había concurrido al Bingo Del Mar y se había encontrado con Baraj y otras personas, entre ellas Paola Rojas. Y tras retirarse de la sala del juegos se produjo el robo: mediante violencia física obligaron a Jordana a decir las claves de las tarjetas de débito para luego recorrer cajeros automáticos, mientras que Baraj fue el encargado de quedarse en el departamento junto a Jordana, momento en el que se concretó el homicidio.
