Dardo Molina: penas de entre dos y cinco años para los policías
El Tribunal Oral en lo Criminal Nº3 encontró a los cinco efectivos culpables de haber realizado procedimientos ilegales en el marco de la investigación por el asesinato del comerciante en 2010. A otros cuatro la Fiscalía les había retirado la acusación.
Los policías Pedro González, Marcos Andrés Romero, Juan Pablo Velázquez, Miguel Horacio Carchio y Claudio Daniel Cacciacarro fueron condenados con penas desde dos años y medio de prisión en suspenso hasta cinco años por haber realizado procedimientos ilegales en el marco de la investigación por el asesinato del comerciante Dardo Molina en agosto de 2010.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº3 dio a conocer este lunes la sentencia contra los nueve efectivos, de los cuales cuatro –José Luis Camargo, Miguel Ángel Parrado,Jorge Luciano Spina y Carlos Alberto Rivero- ya habían sido beneficiados a partir de que la Fiscalía desestimara las actuaciones a lo largo del juicio.
La decisión de los jueces Néstor Conti, Alexis Simaz (integrantes del TOC Nº2) y Fabián Riquet fue en sintonía con lo que había pedido el fiscal David Bruna. De esta manera, otorgaron penas de dos años y seis meses de prisión en suspenso para González, tres años y seis meses para Cacciacarro, cuatro para Romero y cinco para Velázquez y Carchio. El fiscal no había pedido la detención inmediata ya que durante todo el proceso los efectivos estuvieron presentes y no entorpecieron la investigación.
Por otro lado, a los cinco efectivos el Tribunal les impuso la inhabilitación para ocupar sus puestos entre los cinco y los diez años, sanción que varió en años de acuerdo a las penas. Asimismo, los jueces remitieron a la Fiscalía General una presentación por falso testimonio contra uno de los testigos, justamente uno de los dos jóvenes que fue aprehendido en uno de los procedimientos cuestionados.
Los delitos por los que fueron condenados los cinco policías son “falsedad ideológica de instrumento público agravada”, “falso testimonio agravado”, “allanamiento ilegal de morada”, “privación ilegal de la libertad agravada” e “incumplimiento de los deberes de funcionario público”.
A lo largo del proceso diferentes testigos describieron cómo los policías -en sus diferentes roles- llevaron adelante dos procedimientos ilegales, es decir, sin la autorización judicial correspondiente, que terminaron con las aprehensiones de dos jóvenes que nada tuvieron que ver con el homicidio del Dardo Molina.
