Gatillo fácil en Miramar: “El asesinato de Luciano no es un episodio aislado”
Lo expresaron desde la Comisión Provincia por la Memoria al presentarse como particular damnificado institucional en la causa.
“El asesinato de Luciano no es un episodio aislado, es una consecuencia de las rutinas policiales en su despliegue territorial”, expresaron desde la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) al presentarse como particular damnificado institucional en la causa que investiga el asesinato del adolescente de 16 años Luciano Olivera, el ocurrido este viernes a la madrugada en manos de un policía en la ciudad de Miramar. El efectivo está detenido y deberá prestar declaración indagatoria en las próximas horas.
Desde la CPM, en su rol como mecanismo local de prevención de la tortura, se presentaron este viernes como particular damnificado institucional en la causa y además concretaron presentaciones en torno al hecho ante la Fiscalía Descentralizada de Miramar, encabezada por la Ana María Caro, la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad y ante la Procuración General.
El oficial Maximiliano González, autor del disparo que mató al adolescente, permanece en condición de aprehendido desde la madrugada por disposición de la fiscal y en las próximas horas, una vez que avance la recolección de medidas de prueba y se lleve adelante la autopsia sobre el cuerpo de la victima, deberá ser trasladado a la sede de Tribunales de Mar del Plata para prestar declaración indagatoria en el marco de una causa que lo tiene imputado por el delito de homicidio agravado. En el caso también interviene el Juzgado de Garantías N° 5, a cargo de Gabriel Bombini.
Desde la CPM explicaron que este viernes se hicieron presentes en Miramar, en el lugar del hecho, y se pusieron en contacto con la familia del adolescente.
“Como ocurrió algunos años atrás en la masacre de Monte, como ocurrió el año pasado en San Nicolás, ante la desobediencia a un operativo vehicular, la Policía de la provincia de Buenos Aires desata una persecución desmedida y mortal. El asesinato de Luciano no es un episodio aislado, es una consecuencia de las rutinas policiales en su despliegue territorial”, plantearon desde el organismo.
Y apuntaron: “En lo que va de este año, con el crimen de Luciano, la CPM registró 101 casos de uso letal de la fuerza. Otro asesinato policial, otro caso de gatillo fácil en un contexto de emergencia de discursos de mano dura que legitiman y alientan este tipo de prácticas”
De acuerdo a lo que reconstruyeron desde la CPM, Luciano regresaba a su casa en moto después de jugar al fútbol cuando quisieron interceptarlo en un operativo vehicular en las inmediaciones de la plaza central de Miramar. “El joven no se detuvo, iba sin licencia y temía que le secuestraron el vehículo, y los policías a bordo de un patrullero comenzaron a perseguirlo. En la intersección de las calles 9 y 34, Luciano detuvo su marcha tras ser interceptado por otro móvil policial al que le habían dado aviso por radio de la persecución. El oficial Maximiliano González descendió de ese segundo patrullero y le disparó con su arma reglamentaria a la altura del pecho. El joven murió en el acto”, relataron .
También cuestionaron la represión con postas de goma desatada por la misma Policía Bonaerense en el lugar del hecho contra familiares y allegados cuando el cuerpo era retirado.
Conocido el caso, desde el club Peñarol de Mar del Plata se hicieron eco del homicidio y relataron que el adolescente jugó al fútbol en el club en los últimos meses. “Deseamos que en paz descanse y que se esclarezca el hecho”, expresaron desde la institución en una publicación a través de las redes sociales
