Jueves 02 de mayo | Mar del Plata
09/04/2015

Pidieron 24 años para Troncoso por el asesinato de Melina Briz

Fiscal y querella, en sus alegatos, calificaron el asesinato como un homicidio premeditado y motivado por los celos. Descartaron que el imputado haya actuado con “alevosía” y que haya abusado sexualmente de la víctima.

Pidieron 24 años para Troncoso por el asesinato de Melina Briz
(Fotos: QUÉ Digital)) ©

El fiscal y la querella pidieron 24 años para Ariel Troncoso por el asesinato de Melina Briz, la adolescente de Balcarce que en febrero de 2012 fue hallada muerta al costada de la ruta que une San Agustín y Mechongué.

El Tribunal Oral en lo Criminal 4 (TOC) 4 fue el escenario donde el fiscal Rodolfo Moure se explayó durante casi dos horas de alegatos, tiempo en el que intentó no dejar cabos sueltos y demostrar la culpabilidad de Troncoso, más allá de que el imputado había confesado el homicidio durante el juicio.

En la sala, además del fiscal, de la abogada querellante Adelina Martorella y del abogado defensor César Sivo, se encontraba presente el imputado, Ariel Troncoso y el padre de Melina junto a otros familiares.

El fiscal Moure, en el principio de su alegato, se apartó de la calificación de alevosía, figura que contempla la posibilidad de cadena perpetua, y del abuso sexual.

El fiscal dijo que el único autor del hecho es Troncoso, quien mostraba un “claro indicio de oportunidad” por la relación que lo unía con Melina y, porque al momento del crimen, se encontraban en el auto del imputado y en un descampado.

Sobre el móvil, Moure argumentó que fueron los celos de Troncoso los que lo llevaron a asesinar a la adolescente. Celos por ese noviazgo que habían empezado cuando Melina tenía 13 y Troncoso, 36. Además, por lo ventilado durante las audiencias, la chica al cumplir 18 quería terminar la relación.

Por un lado, mencionó que Troncoso, ese viernes 10 de febrero de 2012, había comprado cal, la misma cal que luego usaría para esconder el cadáver de la víctima. Mientras que Melina, ese mismo día a la tarde, le había dicho a la madre: “Hoy empieza un nuevo día para Melina”, en clara alusión a que dejaría a Troncoso.

Moure remarcó en muchas oportunidades que se trató de un “homicidio premeditado”. “Troncoso buscaba apropiarse de Melina y asesinarla por celos, por ese pensamiento de ‘si no sos mía no sos de nadie'”, entendió.

“La confesión de Troncoso fue un relato sesgado en donde ocultó detalles de la probable premeditación, lejos de mostrar arrepentimiento se vio una estrategia procesal”, explicó Moure. Según el fiscal, no existen atenuantes en el caso, ya que descartó la emoción violenta, no valoró la confesión ni vio “arrepentimiento en el imputado”.

Como principal agravante consideró la conducta violenta de Troncoso contra su pareja y agregó: “Si esto hubiese pasado en diciembre de ese mismo 2012, estaría enmarcado en la figura de femicidio que contempla la cadena perpetua”.

También consideró agravantes la mecánica “sorpresiva y artera” del crimen, nuevamente a la acción predeterminada, la “extensión del daño causante por la edad de la víctima” y la “actitud de Troncoso, que ocultó, mandó mensajes a la familia de la víctima haciéndose pasar por Melina y no acató orden de detención”.

Además, Moure explicó que se había encontrado ADN de Troncoso bajo las uñas de Melina, señal “inequívoca” de que intentó defenderse.

Con todos los argumentos mencionados, el fiscal Moure calificó el hecho como homicidio y pidió una condena de 24 años de prisión. Además solicitó decomisar el auto de Troncoso, un Volkswagen Gol, que según dijo “fue vendido ficticiamente” a la hermana del imputado el lunes siguientes al homicidio.

Además pidió que se iniciara una investigación por “falsos testimonios” contra dos testigos, familiares de Troncoso.

CASO BRIZ © (4)

El fiscal Rodolfo Moure durante su alegato frente al TOC 4

CUARTO INTERMEDIO Y LA QUERELLA ACOMPAÑA

El TOC 4 otorgó un cuarto intermedio de diez minutos para que la querella, representada por Martorella, preparara su alegato. Al regresar, una persona había agredido a Ariel Troncoso en los pasillos de Tribunales. Según el custodio del imputado, un hombre le lanzó una patada. Al respecto, los jueces dijeron que “no estaba estipulado que Troncoso fuera trasladado por los pasillos”.

La doctora Martorella argumentó que Troncoso “solo se decidió a reconocer el asesinato cuando la calificación se amplió. No hubo arrepentimiento, conciencia o pedido de perdón”.

Luego relató la relación entre Melina y Troncoso y detalló sobre todo la última semana de vida de la adolescente, en la que Troncoso prácticamente acosó a la chica con insistentes llamadas al celular y mensajes textos. “Melina quería vivir bajo el perfume de la adolescencia, no del control de Troncoso”, dijo la abogada.

Martorella remarcó que hubo “premeditación en el crimen” y descartó una reacción violenta, como dijo en su momento Troncoso, que la habría asesinado a raíz de que Melina le habría dicho Pablo mientras “hacían el amor” en su auto.

Martorella pidió el agravante del inciso 2 del artículo 80 que contempla  la figura de “alevosía”, calificación por la que podría recibir cadena perpetua. Sin embargo, al momento de terminar su alegato, adhirió a la calificación de homicidio presentada por el fiscal y a la condena de 24 años. Ante la pregunta del Tribunal de si entonces adhería o no a la calificación del fiscal o si pedía un aumento de pena, la abogado respondió que acompañaba al fiscal.

Ante esta situación, los jueces del TOC 4 concedieron un nuevo cuarto intermedio para que la defensa, a cargo de César Sivo, prepare su alegato.

“CRONOLOGÍA DE UNA MENTIRA”

Rodolfo Moure no dejó escapar la oportunidad para criticar a la Cámara de Apelaciones que en su momento lo había removido del caso y había desestimado las actuaciones hechas hasta el momento, como el hallazgo del cuerpo de Melina Briz.

Su argumento se basó en que la Cámara “tomó una decisión solo basada en un escrito del abogado defensor César Sivo, en el que solo incluyó testigos del círculo íntimo de Troncoso, en el que se mencionaba un ilógico apriete y golpes en la policía”.

Estos “aprietes y golpes” mencionados, habrían sido con los que la policía consiguió la primera confesión de Troncoso, en la que señalaba el lugar donde había dejado el cuerpo escondido bajo cal.

Moure, entonces dijo que en ese contexto, en que Troncoso dijo que se “quebró”, el acusado “solo confesó para no involucrar a su familia, no por arrepentimiento ni coacción”.

“Además –continuó Moure- en el caso de existir la coacción, no sirvió para nada salvo la aprehensión temprana de Troncoso, ya que el rastrillaje de la zona había sido previamente solicitado”.

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09/04/2015