Prisión preventiva para agente de Anses que exigía dinero a jubilados
Fue detenido en febrero pasado y ahora la Justicia dispuso su procesamiento por tres casos, uno de ellos con amenazas con arma de fuego. En marzo del año pasado la Cámara le había dictado la falta de mérito por un hecho.
En octubre de 2017 un agente de una de las sedes de Mar del Plata de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) fue procesado por la Justicia federal bajo el delito de “concusión” por haber engañado y haberse quedado con dinero de un jubilado al momento de realizar un trámite. Pero en marzo del año pasado la Cámara de Apelaciones dictó la falta de mérito. Sin embargo, la causa tuvo su continuidad a partir de nuevas denuncias acumuladas con el hombre, que fue detenido en febrero pasado y ahora la Justicia le dictó el procesamiento con prisión preventiva también por los delitos de incumplimiento de funcionario público y amenazas agravadas por el uso de un arma de fuego.
Según informaron desde el Ministerio Público Fiscal, con la intervención de la fiscal federal Laura Mazzaferri y por resolución del juez Santiago Inchausti, el hombre de 35 años -identificado como Guillermo Alcaraz- fue procesado con prisión preventiva por el delito de concusión: concretamente, se lo acusa de, en su rol como agente de Anses, exigir y cobrar dádivas a al menos tres jubilados que querían realizar un trámite ante el organismo, aprovechándose de su situación de vulnerabilidad marcada por la avanzada edad, el analfabetismo en uno de los casos y el desconocimiento para realizar la gestión.
Alcaraz se desempeñaba en las oficinas de la avenida Luro casi Dorrego y ahora en el procesamiento también fue acusado del delito de incumplimiento de deberes de funcionario público y amenazas coactivas agravadas por el uso de arma de fuego, en uno de los casos.
La causa se inició a partir de una investigación de la Fiscalía Federal N°1, luego de una denuncia recibida en 2015. Un jubilado había relatado cómo Alcaraz le había exigido el pago de 5 mil pesos –de los 11 mil que había cobrado por una jubilación retroactiva-, luego de haberlo acompañado hasta el banco a cobrarlo. Estaban dentro de un auto en que lo había trasladado y le dijo “bueno viejo, me tenés que dar la plata de los chicos… lo que es tuyo es tuyo, lo que es nuestro es nuestro”.
Pese al dictado del procesamiento en 2017, en marzo de 2018, la Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata resolvió dictar la falta de mérito para procesar o sobreseer al acusado. Sin embargo, con el paso de los meses, los investigadores recibieron la denuncia de nuevos casos contra el mismo empleado, por lo que el juez Inchausti resolvió asumir la instrucción de la pesquisa, que continuó con la suma de nuevos testimonios.
En paralelo, Anses informó de otra denuncia similar realizada por una jubilada ante la Fiscalía de Delitos Económicos de la Justicia provincial, al tiempo que solicitó ser querellante en la causa. Acumulados los expedientes en el fuero federal y por pedido de la Fiscalía Federal 1, se ordenó ampliar la declaración indagatoria del acusado, el registro de su domicilio y su detención, que pudo concretarse en febrero luego de que Alcaraz permaneciera prófugo.
LOS NUEVOS CASOS
El primero de los hechos sumado en la causa fue a partir del testimonio de la jubilada, que había sido prestado en el fuero provincial y daba cuenta de la exigencia por parte de Alcaraz de $4 mil para gestionarle la pensión por fallecimiento de su concubino. “Primero fueron $3 que le entregó en una bolsa en la zona de boxes de Anses y, en ese momento, le mostró un arma de fuego mientras le decía que ‘no hablase con nadie, que no haga quilombo, que le podría ir mal, que la iba a matar'”, según detallaron los investigadores. Con el pretexto de finalizar el trámite le pidió mil pesos más: cuando se los alcanzó, de acuerdo siempre al testimonio de la jubilada, el acusado la tomó del brazo, la llevó hasta la vereda y le mostró el arma que tenía bajo la remera.
A la tercera víctima, según la acusación, el imputado le exigió el pago de $12 mil para realizar su trámite jubilatorio. La entrega del dinero, según consta en el expediente, se dio en dos ocasiones distintas, siempre en la vereda de la sede de la Anses: primero fueron $5 mil y luego $7 mil.
EL PROCESAMIENTO
Para el juez Inchausti estuvieron probadas las maniobras realizadas por el agente de Anses, bajo un mismo modus operandi: utilizaba como modalidad la violencia e intimidación, o la familiaridad que lo unía con las víctimas. Por otro lado, Inchausti reparó en que “todos los testimonios son coincidentes en cuanto a que Alcaraz iniciaría los trámites en forma irregular, como así también en determinadas ocasiones modificaría y/o alteraría datos con el fin de obtener dichos beneficios (…) con demoras injustificadas”. Y por último, requeriría dinero extra para la finalización y/o acelerar tales trámites.
A su vez, remarcó que las cuatro víctimas –una de ellas denunció que el trámite solicitado nunca se inició por lo que el delito que le cabe al imputado por este hecho es solo el incumplimiento de deberes de funcionario público- no son conocidas entre sí, ni realizaron trámites similares. “Sin embargo, coinciden en su relato de los hechos respecto de las maniobras con las cuales Alcaraz les requirió las sumas indebidas para realizar los trámites en cuestión. Por el contrario, su única relación es que son personas con un alto grado de vulnerabilidad, de avanzada edad y con desconocimiento en la realización de trámites en general”, sostuvo el magistrado.
