Viernes 26 de abril | Mar del Plata
07/10/2015

Violador reincidente: el relato de la víctima, la prueba clave

Diego Fernández está imputado por abusar durante seis años de su hija, quien nació producto de una violación que él cometió y por la que fue condenado a 17 años de prisión. En la primera jornada del juicio declararon seis testigos.

Violador reincidente: el relato de la víctima, la prueba clave
Sobre la izquierda, de espaldas, Diego Fernández, el imputado. (Foto: QUÉ Digital)

Con la declaración de seis testigos, este miércoles se desarrolló la primera jornada del juicio a Diego Fernández, el hombre de 49 años imputado por abuso sexual agravado por acceso carnal y por el vínculo, quien está acusado de abusar durante seis años de su hija de 16, quien nació producto de una violación que él cometió -cuando su madre tenía 13 años- y por la que fue condenado a 17 años de prisión.

Durante el juicio, los magistrados que integran el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 deberán resolver si Fernández es o no culpable del hecho. Para el Ministerio Público Fiscal, representado por Marcos Pagella, “la materialidad del hecho está probada, pese a que no hay evidencia física, dado que los abusos se cometieron hace bastante y no hubo vestigios ni rastros”. El delito prevé una pena que va entre los 8 y los 20 años.

Sin embargo, la postura de la defensa, representada por el defensor oficial Christian Rajuan, tiene que ver con cuestionar la constitucionalidad de la reincidencia y desacreditar el testimonio de la joven que hizo la denuncia, teniendo en cuenta que las pruebas más fuertes son, justamente, su declaración en Cámara Gesell, los dichos y el aporte de su entorno, la presentación efectuada ante la Comisaría de la Mujer y el informe elevado por la psicóloga a cargo del tratamiento de la menor.

En cuanto a la primera audiencia del debate, la misma se desarrolló durante cerca de cuatro horas y comenzó con la exhibición del testimonio en Cámara Gesell de la nena, quien en diálogo con una psicóloga contó cómo comenzaron los abusos, dónde se concretaban, durante cuánto tiempo y el motivo por el que tardó en contar lo que le sucedía.

Respecto a los abusos, de acuerdo a lo que se mencionó durante la audiencia, los mismos comenzaron a los 9 años y a los 12 se concretó el primer abuso sexual con acceso carnal. En la previa de la denuncia, que fue radicada en julio del año pasado, la joven confesó que las violaciones se concretaban prácticamente todos los días, cuando ella se quedaba sola con su padre.

JUICIO VIOLADOR DIEGO FERNANDEZ (1)

El Ministerio Público Fiscal, representado por Marcos Pagella, durante la audiencia. (Foto: QUÉ Digital)

En lo relativo a las circunstancias familiares y el entorno de la víctima, la menor vivía en la misma casa con su padre y su abuela, quien era la pareja de Fernández. Los abusos comenzaron cuando la nena tenía 9 años, justamente cuando el acusado salió de la cárcel por “buen comportamiento” luego de cumplir parcialmente la condena de 17 años que le había sido impuesta por hallarlo culpable de la violación de la mamá de la víctima, quien quedó embarazada a los 13 años.

Durante la jornada dieron su testimonio una amiga de la víctima, a quien ella le confesó los abusos; su primo; una profesora de Teatro; la responsable de la Iglesia del barrio; su tía abuela y la psicóloga de la ONG En Red que llevó adelante el tratamiento de la menor tras la radicación de la denuncia. Más allá de las particularidades de los dichos de cada uno de ellos, todos coincidieron en el relato y repararon en lo dificultoso que fue para la nena poder confesar lo que le sucedía y animarse a realizar la denuncia.

“Todos sospechábamos porque él ya había abusado de su mamá”, dijo Brisa, la amiga de la víctima, en consonancia con lo que luego expresaría Cristian, el primo de la joven, en relación al accionar de Fernández. En ese sentido, el joven de 17 años dijo que el hombre era “muy controlador” y que no la dejaba hacer nada sola.

“No la dejaba vivir, no la dejaba ser feliz”, aseguró y sumó que pese a que la víctima no le confesó a él lo que pasaba, él notaba que tenía miedo y se sentía amenazada. Incluso el joven contó un episodio que sucedió años atrás en la vivienda, contexto en el se encontró con que su prima estaba encerrada con su padre en una habitación mientras en la televisión se podía vislumbrar la reproducción de pornografía.

En ese sentido también, el testimonio de Liliana, la encargada de la Iglesia a la que asistía la familia, también fue clave, dado que fue ella quien incitó a la joven a animarse a presentar la denuncia, luego de que Brisa, Cristian y Zulma, la tía abuela de la víctima, le contaran lo que estaba sucediendo.

“Yo el día que ella me contó lo que pasaba la vi muy mal, estaba muy angustiada, tuvo ataques de llanto, se quebró; me confesó que pensaba en quitarse la vida, que se sentía avergonzada y me pidió ayuda”, sostuvo.

DESACREDITAR EL RELATO

Más allá de los dichos de los testigos, la declaración de Berenice Pereyra, la psicóloga que atendió a la menor, fue de suma relevancia, en especial porque la profesional contó los pormenores de las vivencias que atravesó la nena. En ese sentido, Pereyra relató que comenzó a atender a la joven cuando ella ya había radicado la denuncia y se encontraba institucionalizada en el Hogar Gayone.

“Ella hablaba de esta persona como ‘El viejo’, nunca lo referenció como su padre ni con afecto; siempre fue con asco, su testimonio nunca tuvo un retroceso y ella aseguraba que tenía miedo de contar lo que le pasaba, porque no quería que su abuela la acusara de haber provocado la violación, como ya había pasado con su madre”, explicó.

A su vez, la psicóloga se refirió a la sensación de abandono y culpa que tenía la nena, teniendo en cuenta que su madre, cuando tenía 6 años, la abandonó y se fue a Capital Federal. “Ahora ella está con su mamá, pero en este caso también hay que mencionar la falla de diferentes estamentos del Estado”, entendió y graficó: “Ella vivía con la persona que había violado a su madre y producto de la cual ella había nacido; incluso fue el Estado el que le dio a esta misma persona el derecho de ejercer la paternidad cuando se le hizo el cambio de apellido a la menor”.

En ese contexto, el abogado defensor del imputado cuestionó, en primera instancia, la validez del diagnóstico de la psicóloga al poner en tela de juicio, de alguna manera, la experiencia de la profesional. Además, Rajuan reparó en que la menor ya había recibido asistencia psicológica en otras oportunidades, pero que en ese momento no habían surgido indicios de algún tipo de abuso.

El juicio se reanudará este jueves con la declaración de algunos testigos más y, la expectativa de la Fiscalía es que en la jornada también se concrete el desarrollo de los alegatos de las partes, con el objetivo de que, a la brevedad, el TOC Nº1 dé a conocer su veredicto y sentencia.

Ver más: , , , , , , , , , , , , , , ,

07/10/2015