Agroquímicos: “Nos movilizamos hasta que se vaya Monsanto”
Así lo manifestaron desde la Asamblea por los Bienes Comunes. Aseguraron que el cordón frutihortícola de la ciudad es “el segundo más contaminado de la provincia” y pidieron que la gente “se interiorice sobre lo que está comiendo”.
Desde la Asamblea por los Bienes Comunes dicen que ya no hay debate. Que en realidad, ya prácticamente no hay necesidad de debatir si los agroquímicos son o no perjudiciales para la salud de las personas. “Está comprobado, lo que hay que haces es visibilizarlo, que la gente se entere y que se fije lo que está comiendo”, manifestaron en el marco de una convocatoria realizada este viernes con un objetivo central: “Que se vaya Monsanto”.
El día 25 de cada mes los ambientalistas realizan una jornada en las calles para contarle a la gente qué dice la ley sobre el uso de agroquímicos, cómo afectan a la salud, por qué siguen vigentes y qué alternativas existen a los plaguicidas y fertilizantes químicos.
En la esquina de San Martín y Mitre, los integrantes de la Asamblea por los Bienes Comunes (ABC) -que nuclea a distintas organizaciones socio ambientales contra las políticas de contaminación llevadas a cabo por las empresas con la complicidad del Estado– colgaron banderas, distribuyeron folletería, dialogaron con la gente y compartieron su iniciativa con QUÉ.
Ricardo Trovato, integrante de la Asamblea explicó que ABC busca defender los bienes comunes como las semillas, la tierra, el agua, el aire y los espacios públicos. “Ya no se puede discutir más. Lo sabe y lo dice -aunque tarde- la Organización Mundial de la Salud, las ONGs que trabajan en el tema, lo sabe la gente, pero hay que difundirlo”, explicó en primer lugar.
En Argentina se vierten más de 300 millones de litros de agrotóxicos al año sobre 12 millones de personas en las reitetadas fumigaciones en los campos. Provocan alergias, abortos espontáneos, lupus, malformaciones, infertilidad y cáncer, entre otros males.
La realidad de personas que sufren enfermedades por vivir cerca de las zonas en las que se usan agroquímicos “se repite en todo el país”. “Se cumplen dos años de la movida de Malvinas Argentinas en Córdoba, un pueblo que se levantó para que Monsanto no ponga la planta más grande de América en ese lugar”, cuenta Trovato.
A nivel local, el cordón frutihorícuola que bordea a Mar del Plata, Batán y Miramar es, además del segundo más grande de la provincia de Buenos Aires, “el segundo más contaminado” de la región.
“Cada vez que llueve en la región pampeana, llueve glifosato y antrazina que viene con el agua de lluvia. Lo que pasa es que se usa todo a base de agrotóxicos para que no aparezcan plagas. Es un sistema de producción capitalista que se impone en el que la meta es obtener la mayor producción con el menor trabajo y la cantidad más baja de empleados. Pero se olvida y se deja de lado la salud, la tierra, el agua y el aire que se contaminan en forma desmedida”, añadió Ricardo Trovato.
MONSANTO, EL GRAN ENEMIGO
“Nos movilizamos hasta que se vaya Monsanto”, remarcó el representante de ABC, que en el marco de estas jornadas que se repiten el día 25 de cada mes responsabiliza a la reconocida empresa multinacional por los males causados.
Decirle no a los alimentos transgénicos (producidos con semillas genéticamente modificadas), difundir las consecuencias de los agroquímicos y exponer la “impunidad” de Monsanto son los principales ejes de estas intervenciones urbanas de las organizaciones socio ambientales.
“La gente tiene que saber qué es Monsanto. Tiene que leer, no tiene que creer todo lo que dicen los prospectos, se tiene que interiorizar y tratar de ver qué es lo que está comiendo, de dónde vienen las verduras que compran. Tienen que saber que una planta de tomates, desde el plantín hasta que el fruto llega a la mesa, la fumigan 24 veces y eso es lo que estamos comiendo”, añadió.
