Cerrito Sur: una escuela sin clases y otra que depende del clima
En la Primaria 64 no funcionan los baños y la Secundaria 33 no tiene vidrios. Por ello, la comunidad educativa se concentró este lunes para visibilizar la situación.
Hace tiempo tiempo que se vienen denunciando problemas de infraestructura en distintos establecimientos educativos, pero la realidad de muchas escuelas no figura en el listado de emergencia que contempla el Consejo Escolar para dar respuesta a cada caso. Así sucede con la Escuela Primaria N° 64 y la Secundaria N° 33, donde las comunidades educativas se concentraron este lunes en la plaza del del barrio Nuevo Golf para visibilizar la situación. Es que la Primaria no pudo comenzar el ciclo lectivo y la Secundaria sí sólo “porque el estado del tiempo ayudó”.
“La movilización fue decidida por los alumnos con los papás de Secundaria y Primaria porque la escuela no está en condiciones de comenzar las clases y no figuramos en el listado de emergencia del Consejo Escolar por eso no hay miras de que vengan urgentemente a arreglar la situación”, señaló en diálogo con QUÉ Digital Silvana Esteban, directora de la Primaria N° 64 quien junto a la directiva de la Secundaria N°33 estuvieron frente a la jornada.
Con la presencia de los estudiantes, padres, madres, docentes y directivos y vecinos, este lunes a primera hora se concentraron en el establecimiento ubicado en Garcia Lorca y Gianelli con el fin de visibilizar y lograr revertir la problemática.
La Primaria no pudo comenzar el ciclo lectivo pero la Secundaria sí porque el estado del tiempo ayudó. “La Primaria no tiene baños en condiciones, las dos baterías están rotas. Y la Secundaría no tiene vidrios, hoy pudieron empezar porque no hace frío, ni llueve pero si hace frío o llueve no se pueden dar clases porque no hay ventanas”, detalló.
Al establecimiento concurren niñas, niños y adolescentes de los barrios Nuevo Golf, Cerrito Sur y Juramento. “Vienen alumnos de la zona y somos un referente para la comunidad”, aseveró la directora de la Escuela Primaria que tiene una matrícula de entre 220 y 230 alumnos, en tanto a la Secundaria acuden unos 250 alumnos más.
A su vez, también funciona en el establecimiento una escuela de adultos en el turno vespertino. “En los últimos años ha aumentado mucho la matrícula, porque estamos haciendo un trabajo en conjunto donde detectamos papás que no han terminado la escuela primaria y los invitamos a terminarla. Es importante que los niños y adolescentes puedan acceder a la educación”, puntualizó Esteban.
Por otro lado, en la escuela funciona un comedor y dada la realidad económica de las familias resulta vital para la asistencia de los chicos. “La mayoría de los papás trabajan en la industria de pescado o la construcción. Los chicos terminan la primaria con 11- 12 años y comienzan la escuela secundaria, pasan de un plato de comida caliente a una merienda reforzada; les damos un sanguchito con una feta de salchichón y una de queso. Es una situación compleja”, alertó.
Además, la directora reiteró que “educar es decir que tienen que estar bien alimentados, que tienen que estar en un lugar seguro, que el techo no se llueva, tiene que tener vidrios o una ventana que no se les caiga en la cabeza cuando la abren y tienen que tener baños”.
Ante la consulta respecto a la respuesta de las autoridades del Consejo Escolar, las directivas de la institución aseguraron que pese a los reclamos, recién el jueves pasado un arquitecto se acercó a la institución pero no hubo mayores avances: “Hizo un relevamiento y nos dijo lo que ya sabíamos sobre los arreglos que hay que hacer, tienen que venir a hacer un informe en un plazo de 15 – 20 días, pero las clases tienen que comenzar ya. No puede ser que no aparezcamos en el listado de emergencia”.
