Derecho a la identidad: la Escuela de Medicina como puente en la búsqueda de los nietos
Durante tres meses en la institución se tomaron unas 40 muestras de ADN para ayudar a sortear la parálisis que representó la pandemia en la búsqueda de Abuelas de Plaza de Mayo.
Entre las múltiples consecuencias que produjo la pandemia del coronavirus estuvo la reducción y, en algunos casos, la imposibilidad de poder realizar las extracciones de sangre a cargo del Banco Nacional de Datos Genéticos en el marco de los procesos que apuntan a poder identificar vínculos biológicos entre personas que sospechan ser hijas o hijos de desaparecidos durante el terrorismo de Estado. Esa situación derivó en una acción histórica en Mar del Plata: la Escuela Superior de Medicina de la Universidad Nacional funcionó este año como sede, durante unos tres meses, para la toma de unas 40 muestras de ADN que se habían acumulado a lo largo de 2020. La acción se llevó a cabo a partir de un convenio puesto en marcha junto a Abuelas de Plaza de Mayo Mar del Plata y la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) y significó para la institución educativa la ratificación de “la responsabilidad y compromiso que tiene la universidad pública de acompañar esta causa tan importante”.
Hace algunos meses atrás, Fabián Muñoz, referente e hijo de la presidenta de Abuelas Mar del Plata, Ledda Barreiro, se reunió con el director de la Escuela Superior de Medicina, Adrián Alasino, para contarle la preocupación que existía en el organismo por la parálisis generada en la toma de muestras de ADN en el marco del proceso de búsqueda de los nietos y nietas que quedan por recuperar y le consultó si sería posible llevar adelante esas extracciones pendientes en la institución.
Alasino rápidamente contestó que estaban dadas las condiciones profesionales, materiales y edilicias para hacerlo y así tomó forma en el marco de un convenio ya vigente entre la Universidad Nacional de Mar del Plata y Abuelas de Plaza de Mayo una nueva línea de acción de la que también formó parte fundamental la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad.
Con el objetivo de “descomprimir” la formación de ese “cuello de botella” en la toma de muestras que habían quedado demoradas por la pandemia, se llevaron adelante un par de reuniones entre los equipos técnicos de la Escuela de Medicina y de la Conadi para estipular las condiciones para las extracciones y así fue como finalmente se dio lugar a la acción.
La institución educativa puso a disposición para el proceso un médico y una enfermera, además del espacio físico y el material necesario, e integrantes de la Conadi llevaron adelante las entrevistas con cada una de las personas que eran convocadas -de Mar del Plata y de ciudades de la zona- para realizar las extracciones. La actividad se desarrolló durante tres meses e, inicialmente, se preservó por decisión de la Universidad su difusión para el resguardo de las personas que formaron parte del proceso.
“Fue algo muy lindo para nosotros colaborar con algo tan importante. Después lo comunicamos a los estudiantes y remarcamos con nuestros jóvenes estudiantes la importancia de estas acciones y del derecho de la identidad“, explicó Alasino en diálogo con Qué digital y analizó: “Lo tomamos como una responsabilidad que tiene la universidad pública en acompañar estas acciones, con el compromiso que siempre tiene la universidad y para Medicina fue hermoso poder servir para Abuelas y Conadi y ser de utilidad”.
En ese marco, resaltó que la Universidad se transformó en un espacio que logró la confianza necesaria para que las personas convocadas se acercaran sin inconvenientes para que se les tomaran sus muestras y señaló que quedó abierta la posibilidad de que la experiencia vuelva a llevarse a cabo.
En ese sentido, mientras se llevaba adelante el proceso, la presidenta a nivel nacional de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, agradeció a través de una carta a la Universidad por la colaboración brindada “en la restitución de la verdad, que marca un hito en la historia de la búsqueda de más de 300 identidades apropiadas durante la dictadura cívico militar que todavía faltan identificar”. Y Manuel Gonçalves, integrante de la Conadi y nieto recuperado, enfatizó: “Era muy importante encontrar una institución que pueda funcionar como reemplazo del Banco para la toma de las muestras. Este apoyo fue fundamental para poder seguir más allá del contexto de la pandemia“.
“La pretensión es que podamos seguir, todo el mundo quedó conforme, las puertas de la Universidad están abiertas siempre”, concluyó Alasino.
El Congreso de la Nación Argentina dispuso en 2014 a través de la ley 26.001, que se estableciera cada 22 de octubre como el Día Nacional del Derecho a la Identidad en homenaje a las Abuelas de Plaza de Mayo, quienes en 1977 comenzaron una incansable búsqueda de las nietas y nietos robados y apropiados en la última dictadura militar en la Argentina. El 22 de octubre de 1977, un grupo de 12 mujeres, a las que luego se uniera Estela de Carlotto, emprendió un camino de lucha por la aparición con vida de sus hijos y, a la par, buscaban a sus nietos secuestrados junto a sus padres o nacidos en centros clandestinos de detención.
