Día del Niño: entre la segregación y el “impuesto rosa” en regalos
Un informe elaborado por la Defensoría del Pueblo bonaerense repara en que el sobreprecio que se paga por las versiones femeninas de artículos infantiles supera, en algunos casos, el 100%.
En la previa de la llegada del Día del Niño y la Niña, un informe elaborado por la Defensoría del Pueblo bonaerense ahonda acerca de la segregación y el impacto del denominado “impuesto rosa” en los regalos, que lleva a que, en algunos casos, el sobreprecio que se paga por las versiones femeninas de artículos infantiles supere el 100%.
En concreto, el informe fue dado a conocer por el defensor del Pueblo adjunto bonaerense, Walter Martello, quien realizó la investigación y expuso sobre la problemática en el Congreso de Estudios de las Masculinidades y Derechos Humanos, organizado por la Fundación Justicia y Género y la Universidad Nacional de Costa Rica.
En cuanto a lo analizado, el defensor hizo hincapié en que “tanto en estantes de jugueterías como en catálogos online proliferan productos que asocian arbitrariamente determinados trabajos y/o funciones al sexo biológico, incentivando desigualdades y preconceptos sobre el rol a ocupar en la sociedad por parte de niños y niñas como futuros adultos”.
En ese marco, graficó que, por ejemplo, en distintos locales comerciales proliferan kits de limpieza y carritos de supermercados en miniatura, en cuyo packaging resaltan solamente la figura de una nena.
Y al respecto, se refirió al denominado “impuesto rosa” y consideró que el mismo “va a contramano de la Constitución Nacional, de la Ley de Defensa del Consumidor y de distintos pactos internacionales con jerarquía constitucional en la Argentina”.
¿De qué se trata el impuesto? De acuerdo a lo expuesto por Martello, en jugueterías y catálogos online se puede visualizar el impacto de este gravamen encubierto. “Concretamente, productos de similares características -y hasta igual fabricante- se terminan pagando más caro si están dirigidos a niñas. Ello se da en variados rubros: desde el merchandising de la franquicia Disney y Marvel, hasta rodados, instrumentos musicales, artículos escolares y prendas deportivas”, expuso.
Y entre otros ejemplos, puntualizó que para adquirir una bicicleta de color rosa hay que desembolsar 2250 pesos más respecto a lo que sale una versión cross de igual rodado y lo mismo sucede con otros ítems, como figuras de acción, bloques para encastrar o muñecos y personajes reconocidos.
“Pese a los importantes avances logrados en los últimos años, las inequidades de género aún atraviesan transversalmente a toda la sociedad, con fuertes implicancias económicas”, sostuvo el defensor, quien entendió que la industria de los juguetes y de los videojuegos no es la excepción, ya que “muchos fabricantes aún no pueden superar la articulación binaria y la segregación basada en construcciones sociales asociadas arbitrariamente con el sexo biológico de niños y niñas”.
Ante este escenario, desde la Defensoría del Pueblo bonaerense reconocieron que hace falta trabajar fuertemente en campañas de concientización, para revertir esta situación. “Debemos facilitar la identificación de los juguetes con áreas cognitivas, emocionales o de valores. ¿De qué forma? A través de juegos que fomenten el ingenio, el espíritu crítico; que estimulen la observación de la naturaleza, la educación ambiental y la sensibilización”, señalaron.
