Hoteleros volvieron a exigir medidas y que se declare una “emergencia turística”
Realizaron una caravana por el centro de Mar del Plata para pedir el acompañamiento del Estado a nivel municipal, provincial y nacional.
El turismo es uno de los sectores más afectados económicamente por la pandemia del coronavirus, y en el marco de diversos reclamos impulsados en los últimos meses desde la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Mar del Plata (AEGH) realizaron este martes una movilización con una caravana de autos por el centro de la ciudad para exigir que se tomen medidas de apoyo al sector encuadradas en una “emergencia turística” tanto a nivel municipal, provincial y nacional. Piden ayudar al sector para “no perder puestos de trabajo y frenar más cierres de empresas”.
Los empresarios nucleados en la asociación vienen requiriendo medidas para “no desaparecer” y reclaman a nivel nacional una ley de emergencia turística en tanto que a nivel provincial y local insisten con la declaración de “desastre turístico” para “llegar a la temporada”.
“Todo acompañamiento del Estado es imprescindible para mantener las empresas y las fuentes de trabajo hasta que el sector retome la actividad normal. El turismo claramente será el último sector en abrir, la recuperación de las empresas será gradual aún con ayudas que nunca serán suficientes”, entendieron.
En detalle, reclaman a los diversos gobiernos acceder a “créditos blandos” para capital de trabajo para poder reabrir, condonaciones de deudas y exenciones de impuestos por un año, entre otras medidas.
Según los empresarios del sector, la crisis económica producida por el covid-19 es “la más grave que haya sufrido la hotelería y la gastronomía en la historia” y remarcaron que ya llevan más de 130 días sin facturación. “La recesión en la hotelería y gastronomía es tres veces peor que la del promedio de la economía nacional”, señalaron.
Además, expusieron que a la nula facturación desde marzo se sumó una “caja negativa” al devolver los importes de reservas realizadas para los fines de semana largos y Semana Santa. Y plantearon que en estos cuatro meses se perdieron los fines de semana largos más importantes del año por lo que sumaron la preocupación de que “no se pueda sobrevivir para una apertura que aún no tiene fecha cierta”.
