“Jesús es Vida”: un comedor del sur que necesita ayuda para seguir
Más de 40 chicos concurren a diario, desde hace 17 años, al espacio de contención ubicado en el barrio Stella Maris. Sin embargo, en el último tiempo las reservas de alimentos disminuyeron. Cómo ayudar.
El comedor “Jesús es Vida” del barrio Stella Maris atraviesa una difícil situación de escasez de alimentos que, en el corto plazo, derivará en la imposibilidad de dar asistencia, contención y alimento a los 45 chicos y sus familias que a diario asisten a ese espacio ubicado en el sur de la ciudad. Para contactarse con el comedor, está disponible la página de Facebook “Comedor Jesús es Vida”.
Los comedores, como los clubes o centros culturales, están donde el Estado no llega y donde cientos de chicos buscan un espacio de contención. Allí, además de satisfacer ciertas necesidades, generan vínculos sociales que les permitan desarrollarse en un ambiente sano y con las herramientas necesarias.
Tal es el caso del comedor “Jesús es Vida”, que desde hace 17 años funciona en el barrio Jardín Stella Maris, dando alimento y contención a 45 chicos y sus familias diariamente, pero que en vísperas de un nuevo invierno se encuentra en una riesgosa situación de escasez de insumos para cocinar y seguir ayudando al barrio.
Con Hugo a la cabeza, un vecino desinteresado del barrio, el comedor inició su actividad hace 17 años: “Fue en la peor época, el 2002, y teníamos 120 chicos. Servíamos sólo la cena pero no teníamos mesas, platos y les dábamos de comer en dos tandas; cocinábamos a leña a la intemperie, todo un sacrificio durante los primeros dos años hasta que pudimos armar un ranchito y pudimos cocinar más rápido y mejor. Siempre vamos avanzando”, comentó Hugo en diálogo con QUÉ Digital.
Hoy en día, el comedor brinda el almuerzo y la merienda a un total de 45 chicos, en promedio, que llegan incluso hasta los 16 años, aunque muchas veces el número asciende cuando también viene parte de la familia. Por otra parte, en los tiempos en los que tienen excedente de galletitas o leche, es decir, alimentos perecederos, Hugo aseguró que preparan cajas para que se lleven a su casa.
“Somos el único comedor en el barrio, en esta parte de la zona sur. Se han armado otros comedores y merenderos, pero todos cerraron. Acá se hace todo a pulmón y agradecemos a Mar del Plata porque muchos pusieron acá su granito de arena”, agregó. Sin embargo, el comedor actualmente necesita abastecerse de alimentos, preferentemente no perecederos, para poder seguir brindando el servicio, ya que en su mayoría depende del aporte de gente particular y las reservas se agotan rápido debido a la constante asistencia de vecinos.
Las ferias, una de las formas de recaudar fondos.
En cuanto al apoyo del gobierno, relató que sólo durante un año recibieron ayuda por parte de Desarrollo Social, que les acercaba una garrafa y bolsas de alimento. Hoy por hoy, indica que recibe seis cajas de leche, 5 kilos de azúcar y 5 de cacao, una vez por mes. El resto, son todas donaciones de gente particular. Por ejemplo, destacó la ayuda de un grupo de estudiantes universitarios que se acerca regularmente a dar una mano, también cuentan con el apoyo constante de la ONG Manitos Soñadoras y un grupo de música afro. Para financiarse, además, regularmente organizan ferias con ropa que les donan.
El comedor, además se preocupa por lo que pase más allá de las horas que permanecen allí, y Hugo contó que algunas de las familias necesitan ayuda para no sufrir el frío del invierno. “Lo que más necesita hoy es alimento. También, dado que ahora llega el invierno y empieza a apretar el frío en esta zona que está cerca del mar, se necesitan frazadas y algunos colchones para familias carenciadas, siempre colaboramos. Por ejemplo, ahora llegaron dos familias y una está viviendo en una casillita de madera y necesitan elementos para construir, todo sirve”, explicó.
“La persona que esté necesitada, que venga a comer, nunca le negamos nada a nadie”, dice Hugo, y claro, los comedores, al atender una necesidad básica como brindar la posibilidad de alimentarse diariamente a familias que no tienen esa posibilidad, se vuelven un actor indispensable en los barrios, por lo que su ausencia generaría un vacío que, en caso de que el Estado siga sin incorporar en su agenda a los sectores excluidos, hará que el nivel de vida y la coyuntura social de esos habitantes de la ciudad se vea afectada, todavía más.
Para ayudar al comedor, la página de Facebook es “Comedor Jesús es Vida”, mientras que también se puede contactar con Hugo, uno de los responsables, al 223 5717952.
