La crisis y las ollas vacías: comedores vuelven a exigir alimentos al gobierno nacional
Realizaron una manifestación en el Paseo Dávila, pero se replicó en distintos puntos del país.
Más de 70 comedores de distintos barrios y organizaciones marplatenses volvieron a salir a la calle este miércoles para reclamar específicamente al gobierno nacional por la asistencia alimentaria que suelen recibir para ofrecer un sostén nutricional ante la grave crisis social pero que, aseguran, está paralizada: esta vez eligieron el Paseo Dávila de la costa para visibilizar su situación.
Mientras el poder adquisitivo se desploma y el precio de los alimentos despega, los comedores barriales asumen un rol cada vez más importante para contener la crisis y las consecuencias del rumbo económico del gobierno nacional.
Sin embargo, la asistencia que el gobierno nacional entregaba a través del Ministerio de Desarrollo Social –hoy Ministerio de Capital Humano– se cortó y, según pudo saber Qué digital, en Mar del Plata ni siquiera hay un articulador designado.
En ese marco, así como lo hicieron días atrás comedores de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) en el centro, este miércoles la costa fue el lugar elegido por otro grupo de organizaciones para dejar en claro las necesidades alimentarias de los barrios.
En este caso, se trató de más de 70 comedores -de los más de 300 que calculan existen en la ciudad- que asisten a miles de personas diariamente y que participaron de la iniciativa acompañados por las organizaciones que los articulan como Libres del Sur, Movimiento Argentina Rebelde, Coordinadora por el Cambio Social, Frente de Organizaciones en Lucha, OLP Resistir y Luchar, FENAT-CTAA y el Movimiento Socialista de Trabajadores.
De Parque Peña a Serena, de La Serranita (Batán) al Boquerón, pero también de numerosos barrios como Libertad, Autódromo, Santa Rosa de Lima, La Herradura o Belgrano: de numerosos puntos del distrito llegaron para reclamar ante la mirada de personas que pasaban por el lugar, un lugar turístico de la ciudad.
Según relataron, las coordinadoras y cocineras de comedores populares tuvieron que “reducir al mínimo o interrumpir su actividad” por falta de entrega de alimentos por parte del Ministerio de Capital Humano que conduce Sandra Pettovello.
Al respecto, en las últimas horas desde el Polo Obrero se habían expresado con duras críticas al convenio celebrado por la ministra con organizaciones evangélicas por un monto de $177.500.000 para la entrega de viandas, a pesar de su discurso de “terminar con los intermediarios” con el cual ataca a las organizaciones combativas.
“Por cada comedor popular que cierra, familias enteras dejan de recibir un plato de comida. Niños y niñas quedan sin meriendas. Una red de contención en el barrio se extingue, lazos de solidaridad se deterioran, estrategias comunitarias de subsistencia se debilitan. Es entonces cuando los narcos no encuentran resistencias sociales, y se hacen lugares en comunidades aisladas y atomizadas sin la cobertura colectiva vecinal”, plantearon en un comunicado.
Frente a esta situación, “cucharón en mano”, buscaron visibilizar la situación al igual que en otras ciudades del país ya que, denuncian, la ministra “no parece ser consciente de la crisis alimentaria actual y la sensibilidad que demanda”.
