La Secundaria N°38 empezó a funcionar en el edificio propio pese a que faltan obras
Si bien cuentan con habilitación, desde la comunidad educativa señalan que aún resta el reemplazo de unas ventanas y la colocación de una caldera.
Tras la advertencia de fin de año y luego de mucho tiempo de conflicto, la comunidad educativa de la Escuela Secundaria N°38 finalmente empezó a funcionar de cara al inicio del ciclo lectivo 2024 en el edificio propio a pesar de la falta del final de obra que todavía está pendiente para el reemplazar unas 20 ventanas e instalar la caldera.
Más de un año pasó la comunidad educativa de la Escuela de Educación Secundaria (EES) N°38 “Rodolfo Walsh” sin poder utilizar su nuevo edificio propio a pesar de tener las lleves que entregó el propio director bonaerense de Cultura y Educación, Alberto Sileoni, en octubre de 2022.
En su lugar, la escuela finalizó el ciclo lectivo 2023 en aulas prestadas del Centro de Educación Física N°1 y anticiparon que en febrero iniciarían las actividades en el edificio propio “en las condiciones en las que se encuentre”, tal como lo hicieron, según confirmó Marcelo, delegado de la EES N°38, a Qué digital.
Es que la comunidad educativa se cansó de la incertidumbre y de años y años de cursada en condiciones precarias y ya habían advertido sobre fin de año que no seguirían “dilatando” la mudanza al edificio que adquirió la Provincia de Buenos Aires en 11 de Septiembre y Chaco, a pesar de que no haya finalizado la adecuación de las instalaciones.
Según confirmaron, en el marco del período de intensificación de febrero, la escuela ya está habilitada y comenzó a funcionar aunque resta el reemplazo de unas ventanas y la caldera: “Nos explicaron que con la devaluación la plata no sirvió más, que no se puede reutilizar”.
En su lugar, las autoridades decidieron reemplazar algunos de los vidrios de esas antiguas ventanas por rejillas de ventilación aunque desde la comunidad consideran que la obra debe continuar. A ello se suma que, tras un largo ida y vuelta en el último año, el espacio aún no cuenta con caldera: “Nos dicen extraoficialmente que se va a comprar, que el Consejo Escolar va a poner fondos propios. Pero no se sabe nada”, expresó el delegado.
Una de las tantas jornadas de reclamo de la EES N°38 por el edificio propio. (Foto: Qué digital)
En diciembre, desde la comunidad presentaron un comunicado ante el Consejo Escolar en busca de alguna respuesta de las autoridades. A través del documento remarcaron que si bien el plan de obras se había completado en planta baja, aún restaba el reemplazo de unas 20 ventanas en estado deterioro en el primer y segundo nivel, que aún hoy permanece sin plazos precisos de obra y “salvado” momentáneamente por la colocación de las rejillas.
Pero además el otro punto de reclamo que se mantiene tiene que ver con las tareas de colocación y funcionamiento de una caldera, una cuestión clave a resolver antes de la temporada invernal para garantizar la calefacción de los distintos espacios.
Más allá de eso, luego de cuatro años sin edificio desde la comunidad educativa celebraron la mudanza e ir “de a poco” ganando matrícula: “Muchos padres y pibes se han venido a inscribir porque la zona está buena, la escuela es hermosa y porque la comunidad ha tomado mucho conocimiento”, precisó el delegado respecto a la lucha que encabezaron durante los últimos años.
Durante mucho tiempo, la Escuela Secundaria N°38 funcionó en espacios cedidos que no se encontraban aptos para las y los estudiantes, con aulas sin ventilación, utilizando un baño para personas ajenas a la institución −en el CEF−, compartiendo aulas, rotando divisiones por semana e incluso “adaptando” pasillos como salones de clase, según denunciaron en diferentes oportunidades.
Las consecuencias de tantos años de precariedad dieron como resultado una reducción de la matrícula pero también el desgate de las y los trabajadores de la educación.
