Orgullo LGBTIQ: masiva marcha, una fiesta en las calles y reclamos
El centro de Mar del Plata se llenó de música y color, con miles personas que se movilizaron en defensa de los derechos del colectivo LGBTIQ con la consigna “Estado laico ya” y para visibilizar la libertad de ser.
Las calles de Mar del Plata se recorren permanentemente con reclamos y banderas, todo el año, pero ninguna marcha reúne el color y la festividad que la del Orgullo LGBTIQ. Este sábado una multitud atravesó el centro de la ciudad, a pura música y expresividad para visibilizar la libertad de ser, pero también seguir exigiendo derechos y “Estado laico ya: políticas públicas sin políticas religiosas” fue la consigna unificada para este año.
Entre las 15.30 y las 18 hubo bandas en vivo, danza y teatro en el monumento al General San Martín de Luro y Mitre, que poco a poco fue llenándose en los alrededores con personas dispuestas a mostrarse despojadas de cualquier preconcepto, libres, enorgullecidas de su diversidad.
La convocatoria, como cada año, la impulsó el conjunto de las organizaciones que contienen a personas del colectivo LGBTIQ (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans, Intersex y Queer) en defensa de sus derechos y en la lucha por conseguir aquellos que todavía están pendientes, que no son pocos.
Una bandera gigante con los colores representativos, dos rastrojeros -uno de ellos con la caja llena de chicas trans celebrando el Día del Orgullo-, una moto al frente, disfraces, juguetes sexuales, decenas de banderas llenas de reclamos y cientos de mensajes (“El amor es demasiado bonito para escóndelo en un armario”, decía una de ellas) en defensa de la libertad de género, en apoyo a la campaña por la legalización del aborto y para exigir la implementación del cupo laboral trans -entre otros-, que como contó el presidente de Amadi (Asociación Marplatense de Derechos por la Igualdad), Javier Moreno Iglesias, en Mar del Plata no se aplica”.
Ya pasadas las 18 la multitudinaria concentración -a vista de los organizadores fue tal vez la más grande de los últimos años en la ciudad- se encolumnó sobre la avenida Luro y al ritmo de la música de fiesta comenzó a marchar, llenando cuadras y cuadras hasta la costa, para que en este sábado en el que volvió el calor a Mar del Plata, la marcha se viera por todo el centro y captara la atención y la curiosidad de quienes andaban por la zona; y lo logró con gran éxito porque nadie dejó de mirar.
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Hasta no hace mucho la Marcha del Orgullo se realizaba en junio, en sintonía con la convocatoria en norteamérica. Sin embargo, por dos motivos se decidió cambiar la fecha y pasarla en Argentina para fines de noviembre y principios de diciembre: primero por el clima, porque el verano estadounidense en nada se parece al invierno en Mar del Plata, pero también en reivindicación de la primera publicación de “Nuestro Mundo”, el primer fanzine hecho por una agrupación LGBT en Argentina, en noviembre de 1967.
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QUÉ IMPLICA EL RECLAMO “ESTADO LAICO YA”
La principal consigna de esta marcha fue “Estado laico ya: políticas públicas sin políticas religiosas”. El colectivo LGBTIQ de la ciudad acordó entre las diferentes organizaciones centrar el reclamo en el pedido para alejar a la iglesia de las políticas que se ejercen desde el Estado en sus diferentes estamentos.
Con carteles, pero también vociferándolo a través de los parlantes, se manifestaron contra cómo opera la política aliada a lo que calificaron como “sectores religiosos anti derechos” sobre la ciudadanía, a través de las instituciones y los partidos políticos. A la falta de aprobación del proyecto de ley para la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) la incluyeron en este punto también.
“Los discursos religiosos se inmiscuyen y operan políticamente en nuestros legisladores y en lo que tienen que ver con legislaciones que otorgan derechos”, explicó el presidente de Amadi al respecto.
Lo cierto es que esa misma consigna envuelve también un conjunto de luchas históricas de quienes deben enfrentar la adversidad que en la sociedad implica no ser heterosexual, con una diversidad que ganó derechos pero la expectativa de vida de una persona trans sigue siendo de entre 35 y 45 años, y se registra la muerte de una chica trans cada 10 días en Argentina.
Donde también persisten las dificultades para encontrar un empleo, la falta de entrega de medicamentos para el VIH, el peligro del trabajo sexual y el incumplimiento del cupo laboral trans aprobado por ley y, en Mar del Plata, ratificado por ordenanza pero sin aplicarse.
