Puerto, un nuevo conflicto: trabajadores toman una planta por falta de pago
La protesta se lleva adelante desde el lunes en Apolo Fish, de Pescadores al 1200. Unos 60 empleados reclaman por pagos adeudados.
Una nueva protesta, en medio de la cuarentena por el coronavirus, se desarrolla desde el inicio de esta semana en el siempre conflictivo Puerto de Mar del Plata. Unos 60 trabajadores del frigorífico Apolo Fish mantienen ocupada la planta ubicada en la zona de Pescadores al 1200 ante la falta de pago desde hace más de un mes por parte de la empresa, y ante irregularidades que se acumulan desde los últimos años.
La protesta se inició el lunes en la planta de Apolo Fish porque sus trabajadores dijeron basta. Cansados de permanentes atrasos en los pagos de sus sueldos y de reiteradas deudas, resolvieron tomar la fábrica hasta tanto los empresarios les den respuestas y les paguen lo que les corresponde. Según contaron, muchos de ellos hace entre 20 y 30 años que se desempeñan para la firma.
De acuerdo a lo explicado desde el Sindicato Obrero de la Industria del Pescado (SOIP), la situación se vive hace algunos años en la planta con trabajadores que cobran en cuotas, de a partes, con deudas que en algunos casos se extienden a vacaciones desde hace dos años y a los aportes correspondiente por cada empleado.
Pero ahora la falta de pago de sus sueldos hace 50 días, más allá de $2 mil que les otorgaron, fue el detonante de la protesta. “Les dan entre $1500 o $2 mil cada dos semanas, y la gente se cansó, no tiene para comer”, explicaron desde el SOIP a Qué digital.
En ese marco, uno de los trabajadores que se encuentra en la toma contó en diálogo con radio Brisas (98.5) que entre medio de esas varias irregularidades “ahora hace 50 días que decidieron no pagar, directamente”.
“Trabajamos todos el mes de abril, ya nos debían marzo, pensando que nos iba a pagar el 7 o el 8 y nos mintieron, no nos dieron nada. Nos dieron 2 mil pesos, es una burla a la gente”, lamentó el trabajador que hace 20 años se desempeña en la empresa.
“Nos sentimos manoseados, y encima viene la policía y nos dice que usurpamos. Somos todos trabajadores, queremos trabajar”, reclamó y en torno a la “respuesta” de la empresa sumó: “No quieren pagar, quieren que sigamos trabajando, que les dejemos sacar la mercadería y nos quieren dar 500 o 1000 pesos a cada uno. Ya no soportamos más esto, vamos a seguir hasta las últimas consecuencias”.
