Caso Emiliano Vidal: 4 años de prisión para el hombre que atropelló, mató y escapó
Mauro Brunke fue condenado por el siniestro vial ocurrido en diciembre de 2020 en Córdoba y Garay. Se ordenó su inmediata detención.
El hombre de 32 años que en diciembre de 2020 atropelló y mató mientras conducía alcoholizado al trabajador de delivery Emiliano Vidal fue condenado este miércoles a 4 años de prisión en el juicio que se llevó a cabo durante la semana pasada en el Juzgado Correccional N°2 de Mar del Plata.
La sentencia contra Mauro Brunke fue dada a conocer este miércoles pasado el mediodía por la titular del Juzgado Correccional N°2, Ana Fernández, quien resolvió condenarlo a 4 años de prisión y 10 de inhabilitación para manejar por el delito de homicidio culposo agravado por la conducción de vehículo automotor, calificado por exceso de velocidad, alcoholemia punitiva y fuga, calificación que prevé una escala penal de 3 a 6 años.
A su vez, la jueza ordenó su inmediata detención -como parte del programa de régimen semiabierto “Casas por cárceles” del complejo penitenciario- al considerar que existe un “incremento del peligro de fuga”.
Para ello, reparó en la “modalidad en la que se produjo la fuga” ya que “hizo caso omiso (a advertencias de otros conductores) y atravesó un semáforo en rojo”. Y remarcó que meses después del siniestro volvió a conducir pese a una retención preventiva de su licencia.
Brunke llegó al juicio en libertad, tal como lo había dispuesto tras el hecho la Fiscalía de Delitos Culposos, a la espera de que de registraran avances en la investigación. Esa decisión generó en su momento reclamos de familiares, allegados y otros repartidores.
En el debate, realizado la semana pasada, el titular de la Fiscalía N°11 de Delitos Culposos, Pablo Cistoldi, había pedido una pena de 4 años de prisión mientras que el abogado representante de la familia de Emiliano, Julio Orono, había solicitado 4 años y medio de prisión. En los dos casos el requerimiento había incluido diez años de inhabilitación para conducir -el máximo previsto por ley- y su inmediata detención. A su vez, el defensor Rubén Legler impulsaba su absolución.
La sentencia fue escuchada en la sala del sexto piso de Tribunales por familiares y allegados al joven, y también en el exterior del edificio lo hicieron otras personas que acompañaron el proceso.
La jueza, en base a lo escuchado en el debate, dio por acreditado que el acusado al momento del siniestro manejaba alcoholizado y “excediendo en forma temeraria la velocidad” máxima permitida y reparó en que “no encuentran sustento” los testimonios ofrecidos por la defensa que hablaron de un “manejo responsable” por parte de Brunke.
El exceso de velocidad, remarcó, se comprobó no solo a partir de la declaración de diversos testigos sino también de las pericias oficiales y la declaración de los peritos en el juicio.
Además, al hacer referencia a uno de los cuestionamientos de la defensa, definió en base a los peritajes expuestos en la causa que fue la camioneta que impactó contra la moto y no al revés y que el vehículo de mayor porte no tenía prioridad de paso por el punto donde se produjo la colisión.
Y, en otro de los puntos de la sentencia, hizo foco en el testimonio del papá de la víctima quien en el debate expresó: “Lo incomprensible es que lo dejó tirado en la calle como un perro”
De acuerdo a la reconstrucción realizada en la causa, el 6 de diciembre de 2020, minutos antes de las 22, Brunke se desplazaba alcoholizado en una camioneta Toyota Hilux por la calle Córdoba con sentido hacia la avenida Colón. El test de alcoholemia practicado tras el hecho arrojó una graduación de 1.06 g/l.
En ese contexto, ingresó a la intersección con la calle Garay a un “importante exceso” de velocidad -no menor de 54 kilómetros por hora-, según la acusación, e impactó contra la moto que conducía Emiliano Vidal que circulaba por Garay.
Como consecuencia del impacto, Vidal -que se desempeñaba como delivery para una pizzería- sufrió graves lesiones que le provocaron la muerte momentos después, mientras que el conductor de la camioneta aceleró y se fugó por calle Córdoba hacia Falucho.
El choque fue presenciado por diversos testigos, y uno de ellos fue el que advirtió que la camioneta se escapaba del lugar por lo que la siguió y detectó que a unas cuadras ingresaba al garage de un edificio. Fue así que el testigo volvió al lugar del hecho y denunció ante la Policía dónde había entrado el conductor, que terminó por ser aprehendido por los policías. Allí también fue cuando se le hizo el test de alcoholemia.
Para la fiscalía, Brunke presentaba “un estado de ebriedad que le impedía tener el pleno dominio del vehículo” y a lo largo del proceso también cuestionó su “proceder posterior, totalmente desinteresado de la suerte de su semejante, menosprecio que intensificó innecesariamente los padecimientos de la familia de la víctima”.
