Lunes 29 de abril | Mar del Plata
17/10/2022

Caso Gianelli: entre “evidencias suficientes” y “hechos que jamás ocurrieron”

A diez años de iniciada la causa, esas son las posturas que vuelven a presentar los acusadores y la defensa de la docente Analía Schwartz en el inicio del nuevo juicio.

Caso Gianelli: entre “evidencias suficientes” y “hechos que jamás ocurrieron”
(Fotos: Qué digital)

A casi diez años de iniciado el denominado “caso Gianelli” en el nuevo juicio que arrancó este lunes en Mar del Plata las posturas vuelven a ser absolutamente contrapuestas aunque esta vez reforzadas tras los argumentos vertidos por el Tribunal de Casación que anuló la sentencia inicial que determinó la absolución. En ese sentido, la acusación fiscal y de los abogados representantes de las familias denunciantes sostiene que existen “evidencias suficientes” para condenar a la docente Analía Schwartz por los delitos de abuso sexual infantil y corrupción de menores en torno a hechos ocurridos en los jardines de infantes de los colegios Gianelli y Fleming entre 2012 y 2013. Mientras que la defensa insiste en que los hechos “jamás ocurrieron” y que, incluso, es “imposible” que se hayan producido.

A partir de este lunes a media mañana son los jueces Néstor Conti, Alexis Simaz y Roberto Falcone, del Tribunal Oral en lo Criminal N°2, quienes tienen a cargo definir el futuro de Analía Schwartz: si será condenada por haber abusado sexualmente de niñas niños de entre 3 y 5 años durante sus clases de música o si la absuelven por segunda vez al determinar que los hechos no ocurrieron o no pudieron comprobarse.

Esas son las dos posturas contrapuestas que mantuvieron las partes en el primer juicio realizado en 2017 y que sostienen ahora cuando se inició el segundo, que se extenderá por aproximadamente tres meses.

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“Las expectativas vienen de la mano de lo que dice el Tribunal de Casación, del material probatorio, de la cantidad de evidencias que desde la posición de la parte acusadora entendemos que son suficientes para que haya una condena. Entonces las expectativas van de la mano en relación al tipo de caso y el tipo de prueba”, afirmó en la previa del inicio del juicio el abogado César Sivo, representante -como en el primer debate- de un grupo de familias denunciantes. La acusación del Ministerio Publico Fiscal, por su parte, está a cargo de la fiscal Florencia Salas, en reemplazo del jubilado Fernando Castro.

“Creemos que los casos de abuso sexual infantil son los más difíciles de acreditar, sobre todo con víctimas de 3, 4 y 5 años. Sin embargo en este caso hay mucha evidencia, no solo están las declaraciones en cámara gesell, lo que vivieron los padres, la información de los terapeutas, hay una cantidad de información relevante que nos hace pensar que este va a ser un juicio en el que se va a llegar por fin a una condena”, afirmó el abogado.

Del otro lado, la defensora Patricia Perelló sostuvo todo lo opuesto: “Es imposible que los hechos ocurrieran, eso dijo el Tribunal N°1 y Casación demagógicamente con dos votos dijo que vuelva a Mar del Plata y hagan otro juicio, cuando ellos podrían haber condenado si estaban persuadidos de que había prueba para condenar”.

La abogada dijo llegar a este nuevo juicio “desilusionada” con ese sector del Poder Judicial que anuló la absolución y reafirmó en torno a la postura en el juicio: “Los hechos no ocurrieron”. A su entender, la acusación impulsada no solo por las familias denunciantes sino también por el Ministerio Público Fiscal “es vergonzosa” y “simplemente hay que recurrir al sentido común”.

“La verdad es una sola, los hechos jamás ocurrieron”, insistió y dijo tener “confianza” en los nuevos jueces. “Le tengo total confianza a este tribunal y se va a ver lo mismo, porque esta es la verdad. La verdad es una sola”, dijo y volvió a desacreditar a las familias denunciantes, como lo hizo en varias oportunidades a lo largo del caso: “Es una pena que se someta a una persona a este escarnio durante tanto tiempo, que se use el dinero del Estado porque un pequeño grupo está convencido desde la irreflexión, desde la irracionalidad, que estos hechos ocurrieron”.

Por su parte, el abogado Sivo expuso la situación que atraviesan hoy esas familias: “Cada familia lo vive a su manera y de acuerdo a sus posibilidades. Algunas con acompañamiento profesional como terapeutas que han ido mitigando la angustia. Todo proceso penal genera una angustia en sí mismo. En este caso hay que ver que esas niñas y niños son adolescentes y preadolescentes, son personas de 13, 14, 15 años. Entonces manejan información, tienen redes sociales, saben que se inicia el juicio y eso potencia las angustias, dolores y pesares de cada una de las familias. Hay un dato común que es la angustia y que atraviesa a cada una de las familias y se hace mucho más palpable en estos días cuando se suma la ansiedad, la incertidumbre y la esperanza de llegar a un buen resultado”.

LA CAUSA

El caso se inició en 7 de septiembre de 2013 cuando, en principio, unas 13 familias se acercaron a la Comisaría de la Mujer para denunciar que la maestra de música del colegio Gianelli habría abusado sexualmente de niños y niñas de entre 3 y 5 años durante sus clases en la institución educativa, en tanto que al día siguiente se sumaron más presentaciones, que llegaron a alrededor de 30. Algunos días después madres y padres del jardín de infantes “Maminas” del Instituto Alejandro Fleming también formalizaron denuncias contra la docente.

El primer avance trascendente en la causa contra la docente se produjo casi un año después cuando el fiscal Fernando Castro imputó a Analía Schwartz  por seis casos de corrupción de menores y nueve de abuso sexual: dos correspondientes al año 2012 en el jardín Maminas y el resto a 2013 en el colegio Gianelli. En septiembre de 2015 la Justicia de Garantías elevó la causa a juicio.

La acusada durante el primer juicio en 2017 (Foto: archivo / Qué digital)

Así, el primer debate se inició el 23 de febrero de 2017 en el Tribunal Oral en lo Criminal Nº1 integrado por Facundo Gómez Urso, Pablo Viñas y Aldo Carnevale –dos de ellos el año pasado fueron suspendidos provisoriamente de sus cargos  por su tarea en el juicio por el crimen de Lucía Pérez-, y el 16 de mayo de 2017 terminó con la decisión de los magistrados de absolver a la docente: en la sentencia criticaron duramente a la perito oficial que realizó las cámaras gesell y el desempeño acusatorio del fiscal y sustentaron su decisión en la “inexistencia” de indicios físicos probatorios de abusos sexuales.

Fundamentalmente, los jueces plantearon la “imposibilidad de que los hechos se produjeran y no fueran advertidos”. “La descripción de los hechos objeto de acusación resulta irreconciliable con las condiciones de tiempo, personas y lugar donde los mismos supuestamente sucedieran”, definieron.

Pero esa decisión y puntualmente esos argumentos fueron desechados por el Tribunal de Casación bonaerense, al que acudieron tras la absolución tanto la Fiscalía General como los particulares damnificados. Y fue así que en marzo de 2018 la sala V encabezada por Jorge Celesia y Fernando Mancini anuló la absolución y ordenó hacer otro juicio. La decisión fue parcial porque la anuló para la mayoría de los casos, pero en tres de ellos la confirmó.

Los jueces del tribunal superior hicieron foco en la definición de “delito imposible”, para afirmar que “la circunstancia de que un ilícito pueda ocurrir en un lugar determinado que en base a cuestiones de lógica y sentido común no luzca como adecuado para el logro del fin propuesto, no convierte al hecho en uno de imposible producción”. Y sostuvieron que en ese caso “lo que variará es la posibilidad de acreditar (o no) su producción en base a la prueba que pueda colectarse”.

Durante el primer juicio, la fiscalía había pedido que la docente fuera condenada a 24 años de prisión, en tanto que los abogados de los familiares habían requerido la imposición de una pena de 28 años.

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17/10/2022