Condenaron a 50 años de prisión a un hombre que violó a sus cinco hijas
El hombre de 71 años fue detenido en mayo de 2020 después de que una de las víctimas lo denunciara.
Un hombre de 71 años fue condenado a 50 años de prisión por haber violado a sus cinco hijas de manera reiterada a lo largo de los años. El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de Mar del Plata le impuso esa pena bajo el delito de abuso sexual con acceso carnal, reiterado y agravado por el vínculo y la relación de convivencia.
La sentencia se conoció este miércoles en el TOC N°1, integrado para este caso por Juan Manuel Sueyro, Ricardo Perdichizzi y Leonardo Celsi, y en ella los jueces le impusieron la pena de 50 años de prisión, en sintonía con lo que había pedido la fiscal del caso, Andrea Gómez, quien llevó adelante la investigación desde mayo de 2020 cuando el hombre fue detenido después de que una de sus hijas abandonara su casa y lo denunciara. Desde ese momento permanece alojado en la Unidad Penal de Batán.
Los abusos contra las cinco víctimas se produjeron al menos desde 2004 y hasta el momento en que fue detenido en la casa donde vivían y también en una construcción abandonada ubicada a algunas cuadras.
La pena impuesta se produjo bajo los delitos de abuso sexual con acceso carnal reiterado y agravado por el vínculo y la relación de convivencia y tenencia ilegal de arma de guerra y de uso civil.
En la sentencia los jueces valoraron las declaraciones prestadas por las víctimas, sus hermanos y su madre, además de otras pruebas incorporadas a lo largo de la causa. “Cada una de las hijas dijo la verdad, a algunas les costó un poco más que a otras declarar en contra de su padre, lo que es natural pues cada una asimiló como pudo la traumática experiencia que le tocó vivir durante tantos años”, plantearon los jueces, según publicó la agencia Télam.
También señalaron el “contexto de violencia, caracterizado por los golpes, la dominación económica, el control y la exclusión” que “acompañó en todo momento la acción del acusado” y que “ocasionó daño de mayor significación a cada una de las víctimas y al mismo tiempo les impidió reaccionar y evitar nuevos ataques sexuales del acusado”.
A partir de algunas de las declaraciones testimoniales, los jueces dieron por probado que el hombre también golpeaba a sus hijas con dos fustas y las sometía a todo tipo de violencia. “‘Respeto’ y ‘Cariño’, así llamaba a sus fustas, pero no sólo de esos artículos se valía para imponer sus reglas a todos los integrantes de la familia, también los controlaba económicamente, perseguía, denostaba y hasta imponía la forma en que debían vestir”, detallaron los jueces.
