Torturas: relevan casos de sometimiento por aislamiento en “buzones” en cárceles
Internos de la cárcel de Batán comenzaron a recolectar testimonios sobre cómo se utiliza el aislamiento dentro del encierro.
A pesar de ser una práctica cuestionada a nivel nacional e internacional, el aislamiento en “buzones” como medida sancionatoria dentro de las cárceles es un figura legal. Sin embargo, a partir de relevamientos sobre su aplicación en las cárceles bonaerenses, hay quienes vinculan esos métodos a torturas contra personas privadas de su libertad. En ese marco, internos de la cárcel de Batán iniciaron un relevamiento para conocer cómo se aplica ese castigo.
Personas detenidas en la Unidad Penal 15 de Batán comenzaron un relevamiento a través del cual buscan visibilizar cómo se lleva adelante ese “encierro dentro del encierro” dispuesto a criterio de las autoridades penitenciarias, muchas veces por fuera de lo establecido. Puntualmente, el relevamiento lo lleva adelante Xavier Pampa Aguirreal, quien a su vez es coordinador de la comunidad Liberté, conformada por personas privadas de su libertad.
La “separación del área de convivencia” está incluida en el artículo 49 de la Ley N°12.256 de Ejecución Penal Provincial como uno de los castigos posibles -como así también los traslados– para “faltas graves” pero por un período no mayor a 15 días. Sin embargo, se trata de un régimen que puede trascender a quienes cumplen sanciones disciplinarias y, también superar ampliamente el límite temporal establecido.
¿Cuáles son las faltas graves? Intentar escapar, incitar “movimientos para quebrantar el orden”, poseer o traficar estupefacientes, sustancias tóxicas, alcohol, armas; retener o agredir a otras personas, ejercer violencia física, psíquica o sexual contra otros, y resistirse a cumplir órdenes que imponga un funcionario penitenciario, entre otros.
Más allá de su legalidad, a partir de la discrecionalidad con la que se aplica y su impacto en la salud integral de las personas detenidas, desde hace décadas que, tanto a nivel nacional como desde organismos como las Naciones Unidas, se apunta a su abolición o restricción, por ejemplo, recomendando que la misma se aplique bajo supervisión judicial y no como herramienta de gobierno penitenciaria.
¿CASTIGO O TORTURA?
En 2019, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) publicó su informe “El aislamiento en las cárceles bonaerenses“, confeccionado a partir de 4.500 entrevistas realizadas entre 2011 y 2019 por el Registro Nacional de Casos de Tortura y Malos Tratos (RNCT), entre las que se relataron 3.800 aislamientos.
En ese registro, por ejemplo, más allá del tiempo límite estipulado por las reglamentaciones, desde la CPM aseguran que -según el relevamiento- los aislamientos son de 30 días en promedio, aunque relevaron casos en los que se extendieron durante más de 180 días.
Además, el trabajo distingue distintos tipos de aislamiento principales: los derivados de una sanción por incumplir una norma de la institución, como medida de seguridad para el resguardo de la integridad física, y por regímenes propios de los pabellones. El aislamiento como medida disciplinaria ante la violación de una norma de la cárcel es la razón históricamente más esgrimida y validada para justificar su imposición.
Incluso, también se inscriben aislamientos “por propia voluntad”, según los abordajes de la CPM en habeas corpus colectivos, que denuncian que con frecuencia son agentes penitenciarios los que fuerzan a personas detenidas a firmar partes de aislamiento, desligando así al Servicio Penitenciario de la imposición de la medida.
Considerando a partir de sus relevamientos que el recurso al aislamiento es regular, generalizado y sistemático en las cárceles bonaerenses, caracterizado por la informalidad y la discrecionalidad e ilimitado en el tiempo, el RNCT lo califica -independientemente de su justificación institucional y su duración- como un tipo de tortura.
En ese sentido, señalan esa práctica como “el extremo del despojo y la degradación” contra personas que ya están en un contexto de impedimento de vinculación socio-afectiva y de acceso a actividades educativas o laborales: “El encierro dentro del encierro produce la incapacidad de las personas detenidas, mientras se les asigne selectivamente una ‘falta de adaptación’ a las pautas carcelarias. En un contexto de producción intencional de dolor, antes que como exceso o necesidad operativa, el aislamiento emerge entre las prácticas penitenciarias de gobierno a través de la crueldad“, concluyen desde la CPM.
“UN ESFUERZO PARA VISIBILIZAR LA CRUDA REALIDAD”
Xavier Pampa Aguirreal es coordinador y uno de los referentes de Liberté y es quien impulsa la recolección de los testimonios sobre la aplicación del aislamiento como castigo: ya obtuvo 15 testimonios de casos acontecidos en la cárcel de Batán. Para elaborar el informe, no obstante, no solo se valdrá de los testimonios de personas en contexto de encierro, sino también de investigaciones médicas y resoluciones judiciales.
“El objetivo de este proceso es obtener información precisa y relevante sobre el uso de los buzones como método de castigo en la Provincia de Buenos Aires. Busco documentar y comprender las experiencias de las personas privadas de la libertad que han sido sometidos a esta práctica, así como recopilar datos estadísticos que respalden y evidencien la existencia de estas situaciones“, explicó Aguirreal en diálogo con Qué digital.
Aguirreal detalló que busca principalmente “generar conciencia y visibilidad sobre el uso inhumano de los buzones como forma de castigo y tortura”, pero también documentar “los efectos negativos que tiene sobre la salud física y mental de los individuos afectados”. “Identificar fallos en los sistemas de prevención y resolución e conflictos y proponer mejoras, por un trato digno de las personas privadas de su libertad”, sumó.
Los datos recopilados los utilizará para elaborar él mismo un informe final, con fines de investigación y análisis pero manteniendo el anonimato de las víctimas para que pueda ser utilizado “con fines académicos o de organizaciones de derechos humanos“.
“¡Levantá tu voz! Tu historia puede cambiar la realidad del castigo en los buzones“, invita la circular que difundió para recolectar casos de aislamiento dentro del encierro en cárceles provinciales durante los últimos 12 meses.
Para ser parte del relevamiento, se pueden enviar los testimonios al mail aislamiento@xavieraguirreal.com que luego serán publicados en una web protegiendo la identidad para garantizar el anonimato. También es posible enviar la palabra “BUZONES” al WhatsApp +5492235748179 y un sistema automático recibirá el relato.
“Este no es un llamado para realizar denuncias, sino un esfuerzo para visibilizar la cruda realidad que se vive en las cárceles de la provincia de Buenos Aires. Tu historia puede ayudar a arrojar luz sobre las condiciones de aislamiento y a generar un cambio significativo”, aseguró.
