La investigación por Nahuel Lagos: a la espera de informes médicos y testimonios
La Fiscalía N°12 tramita la denuncia de la golpiza que sufrió el joven en Batán por parte de la Policía. Las medidas de prueba ordenadas.
La Fiscalía N°12 a cargo de Juan Pabló Lódola que, entre otras temáticas, se especializa en episodios de violencia policial inició una investigación por la denuncias realizadas por la familia de Nahuel Lagos, el joven de 20 años que permanece internado en grave estado desde el 30 de agosto tras una golpiza recibida por parte de la Policía en Batán. Como parte de la causa, la Justicia busca determinar, por un lado, la gravedad y el origen de las lesiones que sufrió el 14 de julio y que derivaron en el deterioro de su salud, a la vez que individualizar a todos los policías de la comisaría octava que estuvieron en funciones y pudieron haber tenido contacto con el joven.
Mientras el joven permanece internado en terapia intensiva con una lesión en la médula espinal que derivó en un deterioro neurológico grave, su familia reclama el avance de la Justicia para esclarecer el hecho.
En ese marco, la investigación está a cargo del fiscal Lódola a partir de una causa que fue iniciada de oficio el lunes 4 de septiembre a partir de la difusión del caso por el testimonio de los familiares del joven en los medios de comunicación. Nahuel está internado en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) desde el miércoles 30 de agosto, día en que se desvaneció en su casa de Batán y debieron trasladarlo de urgencia ya que no podía mover parte de su cuerpo.
Según explicaron fuentes judiciales a Qué digital, la primera medida al iniciarse la causa fue la concurrencia de instructores del Cuerpo de Ayuda Técnica a la Instrucción (CATI), dependiente de la Fiscalía General, al HIGA donde se recibió el primer testimonio de la pareja del joven y tras lo cual finalmente se formalizó la denuncia.
De esa manera, desde la fiscalía se ordenó que un médico del Ministerio Público Fiscal practicara un amplio informe sobre el estado de salud del joven, lo cual se concretó aunque de manera preliminar no determinó la causa de las lesiones sufridas.
Además, el fiscal pidió la historia clínica del joven al Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS) de Batán, donde se atendió reiteradamente tras la golpiza sufrida el 14 de julio, aunque hasta este jueves aún no había sido enviada a los investigadores.
En cuanto a testimonios, se incorporó el de una vecina propuesta por la familia, que fuentes judiciales consideraron que no aportó datos de relevancia, y se encuentra pendiente la receptación de declaración a otro vecino del lugar donde se produjo el hecho.
Además, a la causa se agregaron actuaciones policiales que figuran en una causa que se había iniciado en la Fiscalía de Flagrancia en las que están identificados los policías que intervinieron y que tuvieron contacto con la víctima, aunque de todas maneras el fiscal Lódola requirió a las autoridades de la comisaría octava copia de los libros de guardia, con datos de las personas detenidas y con contravenciones, como así también el detalle del personal policial que cumplía funciones el día del hecho.
Como parte de la investigación, además, buscarán incorporar informes del sistema de monitoreo en tiempo real (AVL) de los patrulleros y del 911, ambos ya solicitados por el fiscal. Y en cuanto a las cámaras, no se consiguieron imágenes de casas o comercios privados en la zona y aguardan también la respuesta a un pedido de informes al Centro de Operaciones y Monitoreo (COM) sobre imágenes que puedan haber sido captadas por cámaras municipales.
De acuerdo a la reconstrucción que puedo realizar la familia, el hecho se produjo el 14 de julio cuando Nahuel fue detenido y sufrió los golpes que derivaron en recaídas y en su internación. Es que desde ese día pudo seguir con su vida, haciendo “changuitas” y a la espera de ser padre, aunque continuó con dolores crónicos por los que debía tomar analgésicos o ir periódicamente al CAPS de Batán para ser asistido, hasta que la lesión de su columna se hizo evidente.
Nahuel relató a sus familiares que el día del hecho al irse de la casa de su padre a la de su madre a bordo de una bicicleta, un perro lo mordió y le reclamó al dueño por lo sucedido, hecho por el cual, sospechan, el vecino llamó a la Policía. Momentos después y a metros de allí, cuando llegó un patrullero de la comisaría octava con un hombre y una mujer a bordo, Nahuel estaba en la vereda de una vecina, donde se había detenido a observar objetos que ella había tirado. En ese contexto, la familia sospecha que podrían haberlo acusado de robo aunque afirman que la propia testigo les aclaraba a los policías que eso no había ocurrido.
Tras ese episodio que incluyó las primeras agresiones y golpes, su familia sostiene que tras ser reducido, los policías cargaron la bicicleta y al joven al patrullero y lo llevaron hasta la comisaría donde también fue golpeado. “Una tía vio cómo lo llevaron a la salita Batán todo golpeado, y nos dijo que lo sacaron por otro lado para que no lo vea. Cuando entró, lo metieron en una sala para ponerle la antirrábica y uno de los enfermeros le preguntó qué le pasó que estaba todo golpeado, y Nahuel le respondió que le había pegado la policía, y entonces hicieron salieron salir a los efectivos”, relató Mariana, una de las familiares que exigen que avance de la investigación.
