Operación Poseidón: secuestran 130 camionetas, 40 autos y 70 motos
Se trata de un desprendimiento de la investigación original que en 2019 desbarató una banda dedicada a la venta de drogas y lavado de dinero.
Como desprendimiento de una investigación conocida como “Operación Poseidón” que en 2019 apuntó a desbaratar una banda dedicada a la venta de drogas y lavado de dinero, la Policía Federal llevó adelante 17 nuevos allanamientos en Mar del Plata que terminaron con el secuestro de decenas de vehículos: 130 camionetas y 40 autos de media y alta gama además de 70 motos.
Según confirmaron fuentes oficiales, fueron 17 los allanamientos, algunos de ellos en agencias de compra y venta de vehículos de alta y media gama, que se llevaron a cabo en las últimas horas en Mar del Plata a cargo de la División Antidrogas de la Policía Federal y como parte de una causa instruida por el Juzgado Federal N° 1, a cargo de Santiago Inchausti.
En detalle, las primeras informaciones dan cuenta que el caso se trata de un desprendimiento de la investigación que en marzo de 2019 se conoció bajo el nombre de “Operación Poseidón” y que derivó en 26 allanamientos, ocho detenciones y el secuestro de más 35 vehículos. Los investigadores la calificaron por entonces como “la principal organización narcocriminal” que operaba en Mar del Plata.
“Con el devenir de las tareas investigativas, los efectivos detectaron que algunos integrantes seguían aún activos en dicha modalidad, uno de los cuales se encontraba detenido en la Unidad del Servicio Penitenciario Bonaerense N° 44 de Batán”, explicaron desde la Policía Federal.
Asimismo, señalaron que también contaban “con agencias de compra-venta de vehículos de alta y media gama, casa de autopartes de automotores y una financiera, en distintos puntos de la ciudad, todas vinculadas a actividades ilícitas relacionadas con el narcotráfico, reingresando a través de las mismas dinero de curso legal al mercado”.
En ese contexto fue que se llevaron adelante los nuevos allanamientos que terminaron con el secuestro de más de 130 camionetas, 40 autos de media y alta gama, 70 motos (incluidas 2 motos de agua) y algunos camiones.
Además, en los operativos los policías secuestraron distintas armas de fuego, varias municiones de distintos calibres, $1.373.750, siete notebooks, siete celulares y diferente documentación vinculada la causa.
La nueva investigación llevada adelante por el juez Inchausti se tramita bajo los delitos de lavado de dinero e infracción a la Ley de Drogas. Por el momento no se informó cuántas son las personas acusadas de llevar adelante la actividad y su situación judicial.
LA CAUSA ORIGINAL
Con respecto a la causa original que derivó en marzo de 2019 en los múltiple operativos, en diciembre de 2020 la Fiscalía Federal N°1 de Mar del Plata pidió la elevación a juicio de un primer tramo de la investigación con once personas acusadas de conformar una asociación ilícita, haber traficado estupefacientes en territorio nacional e internacional y haber volcado esas ganancias al mercado formal a través de la compra de vehículos y propiedades, entre otras maniobras.
Según la acusación, a través de la distribución de roles y capacidad para articular acciones, la banda desarrolló al menos desde abril de 2008 y hasta marzo de 2019,} maniobras de tráfico ilegal nacional y trasnacional de estupefacientes y el lavado de activos.
Las maniobras de tráfico de drogas consistían en la adquisición de cocaína -y eventualmente otras sustancias, tales como éxtasis- en el conurbano bonaerense o en el norte del país que luego era transportada hasta Mar del Plata y distribuida dentro de la ciudad y en localidades aledañas. Pero en paralelo, la investigación sostiene que la organización contrabandeaba cocaína fuera de las fronteras del país, con destino al Reino de España.
Los investigadores determinaron que las ganancias económicas obtenidas del tráfico de cocaína eran colocadas por los distintos miembros de la organización en el mercado formal, a través de operaciones comerciales y actividades “de fachada”. Entre esas maniobras estaba, principalmente, la adquisición de casas y de autos de alta gama, de competición, vehículos antiguos, cuatriciclos y motos de agua, para lo cual los vendedores mantenían su titularidad registral pero entregaban a los integrantes de la organización toda la documentación del bien o registraban los bienes a nombre de terceras personas que actuaban como testaferros.
De esa primera causa se desprende que otra modalidad que desarrollaron algunos de los integrantes de la banda fue la creación sociedades y hasta una agencia de autos, que son el foco en este nuevo tramo de la investigación.
