Trata y abusos: dictan la prisión preventiva al pastor Hurtado
La Justicia Federal lo procesó a él, su esposa y otros tres hombres 27 casos de trata de persona con fines de explotación laboral. Además, el pastor del “Ministerio religioso Monte Sion” fue imputado por 4 casos de abuso sexual.
La Justicia Federal dictó la prisión preventiva para el pastor evangelista Isaías Hurtado por 27 casos de trata de persona con fines de explotación laboral y 4 abusos sexuales que habrían sucedido en el ámbito de su culto religioso que giraba en torno a un templo de O’Higgins 333.
La medida la tomó el juez Santiago Inchausti y alcanza también a otros detenidos que seguirán, junto a Hurtado, alojados en el penal de Ezeiza: Joel Opazo, Luis Cortez y Caleb Esteban Alday. Por otra parte, la esposa del pastor, podrá recuperar la libertad luego de abonar $200.000 de fianza, ya que le otorgaron la excarcelación para que pueda cuidar de sus hijos.
Por otro lado, el fiscal Nicolás Czizik aclaró que no se cuestiona la entrega de diezmos u ofrendas por sí solas, ni se trata de una persecución a un culto o forma de practicar una religión, sino que se persigue a una organización que bajo el ropaje de brindar un mensaje religioso, capta, limita la libertad de las personas y las explota económicamente.
“A lo largo de la investigación quedó evidenciado que se buscaba limitar la libertad de las personas, cosificarlas, convertirlas en objetos útiles para mantener esa estructura delictiva y el nivel de vida de los integrantes de la organización”, expresó el fiscal federal, quien reparó en que ninguno de los imputados trabaja. “Quienes eran parte de la organización garantizaban su subsistencia a expensas de la libertad de las personas”, señaló.
Según se desprende de la investigación de la Fiscalía Federal, Hurtado, junto a su pareja y otras tres personas, atraían a sus víctimas a partir de un supuesto “Ministerio religioso” y la existencia de un “ser superior”. La maniobra delictiva consitía en atraer personas que suelen encontrarse en situaciones de vulnerabilidad (marcadas por su edad, estados de depresión por circunstancias familiares adversas, entre otras) y congregarlas en reuniones “religiosas” que se desarrollaban en el templo de O`Higgins 333, lindante a la vivienda particular de Hurtado y su familia. La organización habría desplegado distintas estafas, entre ellas la apropiación de un inmueble, además de trata de personas con fines de explotación laboral.
